Capítulo 18.

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— Esto es, increíble — Dijo el mayor sacando algunas de las hojas.

— ¡Mark, Jackson! — Jinyoung Susurró en un tono agudo corriendo hacia ellos — Vienen por el pasillo, debemos salir de aquí — El príncipe y el lobo se miraron y vieron en la dirección del menor que llegó al lado de ambos.

— ¡Tomen todo lo que puedan, rápido! — Dijo Jackson y los tres empezaron a juntar los papeles y sobres en sus brazos, dejando vacía la pequeña caja fuerte. Jackson cerró rápidamente la puertita y colocó el enorme cuadro en su lugar — Vayamos a nuestra habitación.

Se escabulleron silenciosa y rápidamente por los corredores llegando finalmente a la habitación que se les había sido otorgada a Jackson y a Mark. Cerraron la puerta colocándole seguro y una de las pequeñas sillas que tenían dentro para evitar que alguien irrumpiera de pronto. Los tres se quedaron parados en medio de la habitación principal tratando de recuperar el aliento.

— ¿Crees que se den cuenta que estoy aquí? — Preguntó Mark luego de tomar una gran bocanada de aire y acomodar su cabello plateado hacia atrás, despejando su frente.

— No si puedes controlar tu aroma, soy un beta amigo, pero tu olor es tan fuerte que algunas veces hasta yo puedo percibirlo — Dijo Jinyoung mirando a Mark cuyas mejillas se tornaron rosa y frunció el ceño.

— ¡Pero lo intento! — Trató de justificarse el peliplateado.

— Sé que si Mark. El problema es que tus feromonas se alocan cuando Jackson está cerca porque lo asocias con caricias, seguridad y cosas placenteras.

— ¿Entonces Jackson no se puede quedar conmigo?

— Era lo que pensaba, pero después de la última vez, creo que lo más seguro es que ambos estén juntos.

— ¿Y cómo controlo mi olor?

— Tienes que pensar en algo desagradable cuando lo mires — Jackson se rió al ver la cara de confusión de Mark — Solo por ahora, luego si quieres piensas en sexo.

— ¡JINYOUNG! — Se quejó Mark golpeándole El brazo mientras ambos pelinegros reían.

Repentinamente Sheng se removió en la cangurera que Mark había creado. El ojiazul lo cargó y el bebé empezó a señalar el enorme armario de madera que había en la habitación.

— ¿Qué sucede Sheng? — Preguntó Jackson acercándose a su esposo y a su hijo.

— ¡Papi! — Dijo el niño señalando con insistencia nuevamente a las puertas del armario — ¡Papi! ¡Papi!

— ¿S-será u-un fantasma? — Jackson dió un pasito hacia atrás.

— Yo no veo nada — Jinyoung caminó hacia el espacio que señalaba el pequeño.

— Los niños a veces ven fantasmas, quizá esté dentro del armario — Susurró Mark tratando de asustar a Jackson.

— E-eso no es... — Jackson retrocedió dos pasos más mientras Mark aguantaba su risa.

— ¡Paaaaapi!

— ¡Échale agua bendita! — El pelinegro se ocultó detrás del príncipe.

— Gallina — Dijo Mark riéndose.

— Dijiste que creías que Sheng soñaba cosas, ¿No es así? — Jinyoung colocó una mano en su mentón mientras pensaba — Tal vez es una memoria de su sueño. ¿A quién de ustedes dos le dice Papi?

— A Mark — El ojiazul le entregó a su bebé y caminó hacia el armario — ¿A dónde vas? ¿Vas a abrir la puerta?

— Es solo un closet — Dijo Mark mientras jalaba la enorme puerta corrediza — ¡Mier-! — Aclaró su garganta — Digo, Es... Es enorme — Mark evitaba maldecir frente a su pequeñito porque sabía que terminaría añadiendo esas palabras en su vocabulario — Aquí caben dos personas. Deberíamos tener uno así en casa — Jackson se acercó a los dos chicos y miró dentro del amplio espacio.

Déjame Protegerte [ Markson || Omegaverse ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora