Dieciséis

23K 2.3K 573
                                    

El día de hoy he publicado tres capítulos, el catorce, el quince y este, así que si aún no los has leído váyase Pa' tras y luego regresa corszoncitsd..,






—¿Sabes lo que vamos a hacer? —preguntó Lucero luego de haberle contado todo, con vídeo incluido.

—¿Qué? —murmuré sorbiéndome los mocos y limpiando mis lágrimas.

—Nos vamos de fiesta.

Puse la mueca de la tipa del meme “wey ya” y negué.

—Lu, no puedo —varias lágrimas salieron sin permiso—. Prefiero pasar mi pena aquí.

—¿Comiendo y escuchando a Olivia Rodrigo? —preguntó con los ojos entrecerrados.

—¿Sí?

—En otro momento te dejaría vivir tus penas, pero no quiero que llores por ese idiota —me lancé derrumbada a la cama al saber que no llegaríamos a nada bueno—. No lo merece.

—Me duele el corazón —susurré con nuevas lágrimas empañando mis ojos.

—Y si te duele a ti, me duele a mí —se acostó a mi lado y tomó su celular—. Hagamos algo, escuchemos traitor ahorita y luego nos acomodamos para la reunión de esta noche.

—¿Y es esta noche? —me quejé.

—Sí, pensaba ir sola, pero ahora te vas conmigo —buscó la música en su celular y le dio a reproducir. Olivia Rodrigo se empezó a escuchar cerca de nuestros oídos—. Es una reunión tranquila en casa del novio de la amiga de una compañera de teatro, pero todos nos conocemos.

—No se conocen, solo son compañeros de borrachera —refuté.

—Lo dices como si fuese una borracha.

—Haz silencio, Lu.

Ella me hizo caso y pude escuchar la música más clara, sentir la letra en el pecho y llorar en silencio por lo que pasó.

En el fondo lo sabía.

Sabía que había algo mal. Sabía que él no era para mí. Que yo no era para él. Sabía que no funcionaría. Sabía que no solo eran hermanos. Sabía que me dejaría. Que nos dejaríamos. Sabía. Lo sabía todo y me hice la estúpida, la que no ve.

Pero seguí, seguí, y seguí. Seguí hasta estrellarme, hasta que no hubo más camino, hasta que salí lastimada.

¿Era lo que quería?

Por supuesto que era lo que quería, porque sino, no estuviese de esta forma.

Porque sí duele, duele que no lo haya evitado, duele haberlo visto venir y no detenerlo. Duele pensar que creí que todo era normal, que lo merecía.

Traitor terminó e inmediatamente comenzó Favorite Crime y yo solo pude seguir llorando, enterrando mi cara en la almohada mientras Lucero acariciaba mi cabello y lloraba conmigo. Lo que más apreciaba es que no eran lágrimas fingidas, eran reales, porque Lucero siempre lloraba cada vez que yo lloraba.

Era mi mejor amiga. La mejor que pude haber tenido.

Pero ella no merecía llorar por algo que fue mi culpa, algo que yo sabía y veía venir, así que me levanté, apagué la música, limpié mis lágrimas y dije:

—No podemos ir con auras de suicida a una fiesta, Lu. Hay que arreglarnos.

Ella se levantó sollozando y me miró como si estuviese loca.

—¿Sí vamos a ir? —preguntó limpiando sus lágrimas tintadas de máscara de pestañas.

—Por supuesto —sonreí—. Y voy a aprovechar que no soy virgen para follar como una libertina.

Descúbreme ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora