V

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Louis seguía estático en su lugar, con su respiración acelerada y sus pupilas dilatadas. Tenía la mandíbula apretada mientras intentaba controlar a su Omega, se que movía en su interior para dejar salir lo afectado que estaba.

Valentino se paró delante de él, se agachó a la altura de sus pies para tomar la daga de su hijo. Levantó con su mano la liviana arma blanca, pequeña, filosa y letal que acompañaba al  omega desde su primer celo.

Se enderezó quedando a su altura.

Se miraron a esos ojos idénticos que tenían. Los de Valentino estaban cargados de súplica y los de Louis de odio y temor.

Le ofreció la daga y Louis no la tomo. Se dió vuelta, y amago de irse pero su padre hablo.

Ti proibisco di andare alle tombe [te prohíbo ir a las fosas] — demandó — Siquiera que des un paso ahí, cucciolo [cachorro] Louis.

Una mirada del jefe los hizo a todos marchar a sus respectivos cuartos. Los alfas volvieron a cerrar las puertas y salieron a vigilar la zona entre la tormenta, para asegurarse que nadie más haya ingresado. Minutos después los encargados de Harry volvieron para informarle a Valentino que el alfa ya se encontraba encerrado.

— Manden al médico beta con él y no lo dejen a solas, no sabemos de lo que es capaz. — les dijo — Y les ordenó que les informen a los otros que Louis tiene prohibido el paso. No me importa los que les diga, si intenta pasar denle una lección.

— Señor... nosotros juramos protegerlo, no podemos golpear a su hijo — hablo uno, aterrado de lo que el omega podía ser capaz de hacer si no le permitían el paso.

— No estoy diciendo que golpeen sino que lo no lo dejen pasar. Si le pone un dedo a ese alfa tendremos que cocerlo para unir los pedazos.

Todos conocían el odio de Louis hacía los Styles, en sí, todos sentían lo mismo que el omega y que el mismísimo Valentino no dejará que le pasará algo los dejaba algo desconcertados.

Obedecieron, como siempre.

Darío se encontraba a su lado, siendo seguido por Liam y Zayn.

— Ustedes — les habló a los más jóvenes — vayan con Louis. No quiero que salga de su dormitorio el resto de la madrugada.

Los alfas asintieron sin refutar respuesta. Darío le dió una palmada en el hombro de su hijo en señal de apoyo ya que sabía que el omega iba a buscar la forma de persuadirlos.

Valentino volvió en sus pasos hasta su cuarto. Necesitaba pensar bien lo que iba a pasar desde ahora en adelante. Tenía al hijo de su peor enemigo encerado, traído por la tormenta. Pero este venía sin armas, desprotegido y eso le basto para entender que sus intenciones no eran matarlos.

Por su parte el omega se había encerrado en su cuarto, pensando en la forma de llegar hasta las criptas sin ser visto, ya que sabía que su padre le diría a sus hombres que le prohibieran el paso hasta ahí. Pero él iba a buscar la manera de introducirse.

Se sentó en su cama, y el colchón se hundió por su peso. Puso ambas manos en su rostro ahogando un grito de frustración.

Seguía sintiendo esa punzada en el centro del estómago. Su Omega se retorcía y gritaba en su interior. La tormenta de afuera era casi igual con la que Louis tenía en su mente; la mezcla de sentimientos confusos y dolorosos.

Estaba enojado, confundido, asustado y sobre todo, dolido. Dolido porque no podía creer que su padre haya defendido al hijo de Simón Styles. El mismo hombre que mato a su heredero a sangre fría y sin piedad.

Cittá Divisa: 𝕭𝖊𝖑𝖎𝖆𝖑 |Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora