VII

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Las horas pasaron desde que el alfa de ojos verdes volvió a su celda; limpio, con ropa acogedora para aguantar el insoportable frío que hacía por las noches cuando la temperatura bajaba en las criptas.

Sus heridas habían sido curadas nuevamente, sus manos fueron cubiertas con vendas y alcohol, sus hematomas se le pusieron compresas calientes y las ampollas de sus pies se le fueron reventadas. La temperatura de su cuerpo volvió a la normalidad luego del baño.

Valentino se apiadó de él y lo metió a una celda que tenía suministro de luz y una cama con sábanas, no como ese desgastado colchón que era igual que dormir sobre la madera. Ahora incluso había mantas para cubrirse por las noches.

Luego de la ducha y ser visto por el médico, a Harry se le dió un sedante para que no sintiera dolor el resto del día. Lo ayudaron a beber algo de agua y comer frutas cortadas en pedazos diminutos que su garganta era capaz de ingerir antes de caer rendido por el sueño.

Por primera vez en días su cuerpo tenía descanso.

Valentino lo dejo a cuidado de los betas y el médico que iba a controlar su temperatura antes da ascender nuevamente hasta la parte de arriba de la mansión.

Cómo el alfa esperaba Louis ya no se encontraba en su cuarto.

Una de las mucamas le dijo que el omega había salido al jardín delantero y lo había visto cerca de la fuente de agua.

Louis se encontraba alejado de todos. Se había metido en uno de los caminos de piedra rodeado del cerco de flores por dónde pocos caminaban para relajarse en el borde de la fuente. Había pasado sus pies para el otro lado (cosa que estaba rotundamente prohibida) y empezó a chapotear como un niño pequeño. El agua lo salpicaba apenas debido a que la presión de esta era leve y caía en chorros. No como las traseras que eran cascadas.

-Cuando eras un niño hacías lo mismo. Yo tenía que sacarte de ahí todo mojado - comento Valentino - Una ves te ahogaste y dijiste que la culpa era mía por no enseñarte a nadar - El alfa se sentó a su lado, poniendo un pie sobre el otro y dobló la camisa azul que tenía puesta a la altura de sus codos.

Louis tenía su vista puesta en el agua, admirando con la tranquilidad que está caía por la superficie de piedra. Dejo de mover sus pies y apoyo sus codos sobre las rodillas. Se inclinó hacía delante para reposar su rostro entre las manos.

- Luego de eso me llevaste una semana seguida al mar y me tiraste de un bajo risco para que aprendiera. Estaba tan fría que tuve hipotermia. Al cuarto día salí enfermo pero nadando - recordó. Giró su rostro para mirar a su padre. Valentino tenía una sonrisa divertida en su rostro mientras negaba con su cabeza y su rubio cabello se movía.

- Si. No me hablaste por una semana y mientras estábamos en las cenas le decías a Zayn que hablará por ti. - se inclinó y empezó a desatar los cordones de los zapatos negros que tenía puesto. Se los saco y los tiró hacia la derecha. Uno termino entre las flores y el otro dado vuelta. - ¿Sabes? Lo bueno de ser el jefe es que no me pueden decir nada por dañar las flores.

Louis no quiso pero termino riendo.

Valentino se dobló los pantalones hasta la altura de sus rodillas para girarse y meter los pies dentro de la fuente como Louis. El agua cristalina de movía por la sutil corriente que provocaba al caer dede la baja altura.

- Hice que me llevarás galletas en forma de disculpa como por una semana seguida.

Ya no estaba enojado no con su padre, no podía estarlo. El alfa siempre buscaba la forma de hacer que Louis lo perdone. Le daba obsequios caros, como aquellas pequeña casa en la playa que le había comprado una vez cuando lo obligó asistir una reunión llena de alfas adultos para que lo conocieran.

Cittá Divisa: 𝕭𝖊𝖑𝖎𝖆𝖑 |Larry|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora