XXIII

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Louis solo bajo las escaleras para darle la bienvenida a sus amados padres, dejando en su oficina a un par de alfas alterados.

Tres maletas negras estaban al final del último peldaño, dos apoyadas contra la otra y una tirada. Junto a ellas dos personas que Louis amaba como a nadie, pero en ese momento prefería no verlos.

— ¡Cachorro! — dijo Lucifer, corriendo a la bienvenida de su hijo — Lou. — sonrió el mayor con un brillo especial en sus ojos.

Valentino se quedó un paso detrás de ellos para dejar que su omega sea el primero en recibirlo. Metió sus manos en los bolsillos delanteros del pantalón de su traje gris, sonriendo de lado.

Los omegas se abrazaron fuertemente.
El menor correspondío a los brazos de su padre, cerrando sus ojos con tranquilidad.

— Cariño, te hemos extrañado tanto. Me hubiera gustado que nos acompañaras en este viaje — acaricio los finos cabellos del cachorro, mostró con dulzura el amor que le tenía — Pero tu padre me dijo que tú tenías que resolver algunos asuntos importantes aquí.

El omega de mayor edad pudo detectar en su hijo una fragancia poco usual, más fuerte que el jengibre y las flores. Un aroma de alfa... Arrugo levemente su seño y olfateo nuevamente, buscando otra vez ese olor. Pero no concidero que fuera algo importante ya que Louis estaba todo el tiempo rodeado de alfas.

— Yo también los heche de menos en estos días, pero era fundamental que me quedé — comentó mientras se alejaba. Miró sobre el hombro de Lucifer, chocando con esos ojos idénticos a los suyos — ¿Cómo les fue en su estadía en la casa? ¿Estaba todo en orden? — se acercó hasta su otro padre mantenido esa sonrisa nerviosa en su rostro — Pensé que se iban a quedar más tiempo en la playa... al menos otros días. — dijo casi en susurro.

El alfa suspiro antes de responder — Nosotros también lo creíamos, pero hubo un inconveniente aquí y tuvimos que regresar — Louis se tensó, mostrando su nerviosismo — Darío me dijo que hubo problemas.

— Él a mí no me informó nada — respondió intentando sonar aliviado.

— Porque yo le pedí que no lo hiciera. Estaba esperando a verte pera hablar de ello. — le dió una palmada a la espalda de Louis — Algo que debemos de hablar a solas...

El de ojos azules asintió, aún más tenso que antes.

— Deseo ir a descansar. Fue un viaje agotador... — interrumpió Lucifer acercándose nuevamente a su familia — Los veré a la hora de la cena — le dió un beso en los labios a su esposo y otro en la cabeza de su hijo — Espero que me tengan en cuanta con respecto a esa conversación.

El omega sonrió por última vez antes de tomar dos de las maletas que estaban en el suelo y comenzar su camino hasta su cuarto, subiendo las escaleras. Padre e hijo se quedaron callados y en su lugar, solo viendo a Luci marchar.

Un suspiro escapó de los labios de Louis cuando su padre y él quedaron completamente solos. Elevó su mirada y se cruzó con la de Valentino. El alfa hablo luego de unos segundos:

— Hoy en la cena se lo diremos de Harry. No podemos seguir está farsa— Valentino mantenía su rostro en completa relajación pero hablaba con firmeza.

— ¿Qué? ¡No. Claro que no! — dijo asustado. Sus ojos se le salieron de su órbita y negó con su cabeza sucesivamente — Aún no es tiempo.

— Ya pasaron dos semanas desde que nos fuimos. Estuve hablando con él y corroborando la situación. No puedes ocular a Harry, no luego de que te marco y tú lo aceptaste. — Era más que obvio que el alfa estaba al tanto de todo lo que pasaba en su fortaleza. No se había ido así como así, sin antes dejar todo en orden y con alta vigilancia. Claro que sabía de la repentina cercanía entre Harry y Louis.

Cittá Divisa: 𝕭𝖊𝖑𝖎𝖆𝖑 |Larry|जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें