Cittá Divisa: 𝕭𝖊𝖑𝖎𝖆𝖑 |Larry|

XII

La fortaleza estaba más activa que nunca. Los empleados movían cosas de un lado al otro; cajas, mesas, sillas, adornos. Las omegas y betas se movían sin descanso.

Todos en la casa estaban demasiados ocupados y estresados por dejar las cosas a la perfección.

Cada día que pasaba más presión generaba.

Valentino tenía los nervios de punta. Como nunca el alfa en jefe les gritaba a sus empleados cuando notaba algún adorno fuera de su lugar o que no estaban poniendo el suficiente esfuerzo. Necesitaba que todo esté con el mayor orden posible.

Louis sufría los nervios de su padre. Tenía a su cargo en ese momento todos los negocios más su compromiso extra. Era fastidiante pero por lo menos ahora tomaba en cuenta a cierto chico de rizos para que lo ayude. Sin embargo seguía sin tenerle confianza y sin permitirle el acceso a su oficina. El omega se tuvo que tomar el trabajo de enseñarle al stolto sobre finanzas para que pudiera manejar algunos números. Y esa fue una de las tareas más tediosas que tuvo. Harry era demasiado distraído y tenía que estar llamando su atención a cada segundo que pasaba.

Su relación no había empeorado ni mejorado. Louis mandaba y Harry acataba. No hablaban más que para algún trato que debía resolverse. El ojiazul seguía con su postura de jefe y se refería al rizado como un empleado más en la mansión sin ningún trato especial más que comer con ellos. Y es que incluso en la cena hablaban del trabajo.

Sin embargo el resto de los empleados seguían teniendo miedo de Harry. Continuaban sin hablarle o mirarlo.
No había mucha diferencia con la realidad que vivía antes pero pensaba que ahora tal vez por lo menos podía preguntar por el clima y obtener una respuesta.

Muchos Tomlinson y otros invitados se estaban translado hasta Belial en vehículos blindados para la gala que se iba a dar en el lugar. Todos presentes para una ceremonia que se llevaría a cabo en varios días y apenas tenían la mitad de la organización.

Una costumbre de famila que tenían era celebrar los eventos a lo grande. Lleno de lujos para pasar un momento todos unidos. Todo lo contrario a lo que eran las celebraciones para el apellido Styles. Nadie festejaba los cumpleaños ni se daban felicitaciones al respecto. Ni un pastel, ni soplar velas.

Harry nunca había visto tanta organización por algo tan sencillo como lo era un cumpleaños. Él recordaba que solo cuando era niño le hacían un diminuto postre con una vela para soplar, sin embargo ni siquiera recordaba el día en el que lo hacían. Solo se entusiasmaba cuando la veía llegar con esa porción de pastel que le preparaba a escondidas de Simón para saludarlo. Nunca entendió el significado de lo que era cumplir un año más.

Hace unas semanas el alfa vió como varios niños sin padres que se alojaban en la mansión festejaban su día espacial. Las cocineras le habían preparado un gran pastel para todos ellos e incluso le dieron obsequios.

¿Acaso cumplir años era para que les den regalos a los niños? ¿Los grandes también los recibían?

Le había querido preguntar a Louis con respecto al tema, pero sentía que eso iba hacer demasiado tonto de su parte.

Se preguntaba si los Tomlinson también le harían algún evento como esos para él.

En ese momento el rizado había logrado tomar un descanso de las tareas que Louis le daba. Tenía su cabeza saturada con información que desconocía.

Con lo poco que hablaba con Liam había descubierto que todos en la casa tenía el deber de educarse y ahora él no era la excepción. Aunque ya sabía leer y escribir desconocía el resto de la información con respecto al estudio. Louis lo obligaba a leer libros de historia, geografía, poesía, arte, matemáticas, geometría, física, y química. Casi dos veces a la semana se leía un libro nuevo, absorbía como una esponja los nuevos aprendizajes.
Durante las noches se iba al pequeño balcón y llevaba consigo una manta para sentarse y aprender sobre las finanzas que era lo que más le costaba. Solo veían número y ecuaciones para resolver esos números. Cuando quería darse una pausa y despejar su mente iba a la gran biblioteca que la casa tenía y escogía alguna novela.