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Seguían sin separar sus miradas luego de que Louis rompiera el beso. Estaban a esos escasos centímetros que respiraban el mismo aliento, los dos con el frescor de la menta. La mano del menor seguía sobre la nuca de Harry pero ya no sujetaba sus cabellos con fuerza, sino que solo estaba apoyada ahí.

Sus pechos estaban unidos en su totalidad. El pequeño cuerpo de Louis cabía a la perfección con el de Harry. El frío que sentía por haber estado en el suelo empezó a transformarse en calidez por el calor que el ajeno le proporcionaba. No podían dejar de mirarse, estaban hipnotizados uno por el otro. El rostro de Louis volvio a su color natural, con ese tenue rubor en sus mejillas que solo se podía detectar a esa corta distancia.
Harry se grabó en su memoria cada parte del rostro del omega; tenía pestañas espesas y oscuras, párpados caídos como su padre, una nariz pequeña y de botón, unas cejas naturalmente perfiladas del mismo color que su cabello. Sus ojos eran más oscuros de lo que esperaba, más intenso y atrapantes, a sus costados se le formaban pequeñas arrugas poco notorias. Pómulos marcados y filosos al igual que su perfecta mandíbula. Los labios de Louis eran casi rojos, con el arco de cupido perfectamente delineado. Suaves, finos y delicados.

Su rostro en sí era completamente hermoso, como si hubiera sido construido por el mejor artista que pudiese existir; una pieza de arte que se debía guardar bajo llave por lo divina y peligrosa que era.

El alfa estaba anonadado por semejante belleza.

Harry acercó su rostro nuevamente, haciendo que sus narices apenas se tocaran. La mano de Louis reafirmó su agarre.

El omega levantó su cabeza y termino con la tortura de ambos. Volvieron a besarse pero está vez con desesperación y sin ninguna maldición de por medio.

El Omega de Louis había salido de las penumbras de la oscuridad por la presencia del Alfa. Tenerlo tan cerca, con ese aroma a bosque que lo había embriagado por completo, esa calidez de su cuerpo cubriendo el suyo, esos ojos tan profundos y verdes como los del angel de la historia; rosados y gruesos labios que había probado y podía jurar que sabían a gloria y pecado.

Había sido la combinación perfecta para que su parte animal tomará el control de mente y cuerpo, haciendo que la razón lo abandonará y se dejará llevar por sus instintos. Pero a diferencia de Louis, Harry seguía siendo él ya que su Alfa y él se complementaban y ambos querían lo mismo.

Sus labios empezaron a moverse con desespero sobre el otro, los pequeños labios de Louis eran comidos por los del ojiverde. Ambos tenían los rostros completamente pegados. Las manos de Harry dejaron de estar apretando los hombros del menor para ponerse a cada lado de la cabeza generando más presión y profundizando el beso. Las ajenas liberaron su agarra de la nuca  para ponerse en su cabello.

Se separaron por unos segundos y Harry vio como los iris del castaño estaban tan dilatados que su hermoso azul casi desaparecía en su totalidad.

Eso solo significaba una cosa: el Omega había tomado todo el poder.

Sus corazones latían al mismo ritmo, completamente acelerados bombeando tanta sangre a su sistema que era casi incontenible. Sus pechos unidos sintieron los latidos ajenos, la respiración unificada por los escasos centímetros.

Harry empezo a sentir una fragancia inusual... pero conocida. Jamás había olido a alguien con ese aroma tan peculiar. Era como estar recostado en un suave césped en primavera, llenado sus pulmones de con el aroma a las flores silvestres; lavanda, margarita, incluso rosas. Pero tenía otra fragancia que le generaba un picor en la garganta y no podía detectarlo.

Enterró su rostro en el cuello del castaño y empezó a dar húmedos besos ahí, marcando con su aroma. Sintió como se estremecía por sus labios mientras succionaba la sensible zona. Empezó a dejar un camino de besos hasta su mandíbula llegando de nuevo a los rojos labios de Louis. Los acaricio con la punta de su lengua, haciendo que suspire y aprovechando ese momento dónde apenas abrió sus labios, introdujo su lengua dentro de la cavidad bucal del ojiazul.

Cittá Divisa: 𝕭𝖊𝖑𝖎𝖆𝖑 |Larry|Where stories live. Discover now