Cittá Divisa: 𝕭𝖊𝖑𝖎𝖆𝖑 |Larry|

XX

Cuando ingresaron a la casa Valentino fue directamente con el médico para que atienda a Louis. Le pidió a Harry que lo llevará a su dormitorio y lo esperara ahí hasta que regresará.

Por otra parte Liam fue llevado por los hombres hasta su dormitorio donde podía descansar adecuadamente. Y Zayn fue el encargado de cuidar al niño que se había dormido entre sus brazos.
No había un cuarto listo para el menor y a Zayn no se le ocurrió mejor idea de llevarlo a su habitación para asegurarse que no se asuste.

El moreno subió las escaleras con el rubio, no podía dejar de mirar con curiosidad a Niall, el cual estaba completamente dormido por el cansancio. Hace días que no lograba descansar.
Niall estaba delgado y era demasiado pequeño para la edad que se suponía que tenía.

¿Qué se suponía que iba a pasar con él desde ahora en adelante?

¿Que harían con ese niño?

El alfa llegó hasta su cuarto, en la otra punta de la mansión. Ingreso con Niall aún en sus brazos para lentamente acostarlo sobre la cama.
El rubio se removió cuando toco el colchón, abriendo sus grandes y llamativos ojos celestes. Rápidamente se alteró y miro temeroso a su alrededor. Empezó a hiperventilar de los nervios; su labio inferior tembló y empezó a negar con su cabeza.

—No me hagas daño por-por favor. Juró que me pórtare bien... —con velocidad se movió hasta la punta de la cama, para hacerse una bolita y empezar a llorar con fuerza — Yo no le hice nada a Louis... Él me salvó y yo n-o... Juró que no hice nada.

Zayn seguía en su lugar, algo cohibido por la repentina reacción del menor.

—Yo no te haré nada, niño. Solo te traje aquí para que descanses — pudo responder.

Niall negó con su cabeza y continuo llorando. Estaba realmente asustado en el cuarto de ese alfa desconocido. Él solo quería que toda la pesadilla que estaba viviendo se termine y poder volver a Irlanda con su familia.

Nunca había estado en un lugar donde había alfas y hace dos semanas que estaba rodeado de ellos. De hombres grandes y malvados que parecían no tenerle miedo a Dios, dónde hasta el mismo terror temía de ellos. Había vivido y visto cosas que un joven de su edad jamás tendría que saber.
Todo había sido miedo y llanto para Niall cuando se lo llevaron de su casa para meterlo en un lugar que él proclamó como el infierno, dónde lloraba por su madre y hermana, dónde pasaba encerrado viviendo de migajas que los hombres malos les tiraban a él y las otras omegas que estaban en ese sitio. Ya quería despertar de toda esa pesadilla. Él quería volver a casa.
Y cuando pensó que las cosas iban a empeorar alguien llegó a su rescate. Un chico que literalmente arriesgó su vida para salvarlo de ahí... Y ahora nuevamente había sido llevado por otro alfa a un lugar desconocido.

Zayn intento acercarse pero Niall se puso a la defensiva, cubriendo su rostro en la espera de recibir un golpe por su comportamiento, pero en cambió sintió una gentil mano sobre su cabello. Elevó su cabeza y se encontró con una calmada sonrisa.

—Este es tu cuarto... todo tiene tu olor y eso significa que-que tú es... — empezó a tartamudear alejándose — que me vas  utilizar.

Zayn arrugo su ceño y negó con su cabeza — No, no. No haré nada de eso, solo estás aquí para descansar. — se alejo de él para darle espacio y que dejara de alterarse — No te pasará nada ¿Entiendes? Aquí estás a salvó de las personas que te lastimaron.

Niall limpió sus lágrimas y lo miro con miedo. Esperaba que se acerque a él e intente forzarlo, pero eso no paso.

— ¿Voy a dormir en el mismo cuarto que tú? — susurro agachando la cabeza — Yo...