"El porqué sigo contigo..."

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...Está bien, lo admito. No me esperaba esto.

Metatrón miraba a Stolas, quien todavía brillaba con las runas en todo su cuerpo. No se atrevió a moverse ni una pulgada hasta que Metatrón lo dijera o estuviera de acuerdo con este trato. Frotándose la nuca, la Voz de Dios suspiró y negó con la cabeza. 

¿De verdad estás dispuesto a hacer un voto eterno e inquebrantable de servir para siempre de nuestro lado? Tu linaje, tus sirvientes y sus familias. ¿Incluso...?

―Le pregunté a cada uno de ellos. Desde mi hija a los de la limpieza. —respondió Stolas con firmeza. ―. Todos los guardias, espías, legionarios, mayordomos, doncellas, cocineras, sastres, jardineros, etc. ...Todos han acordado permitirme hacer esto. Si incluso uno de ellos dijera que no, no estaría haciendo esto, pero todos están dispuestos a hacerlo... Mi hija está dispuesta a arriesgarlo todo. 

Si Lucifer se entera, hará algo peor que matarte.―advirtió Metatrón mientras se cruzaba de brazos. ―. No podré salvarte de su ira. 

Lo sé. —susurró Stolas, cerrando los ojos. ―. Pero es un riesgo que yo y todos los demás estamos dispuestos a correr. 

¿Todo esto por este diablillo? ¿Por qué?―Le preguntó Metatrón.

¿Por qué? Solo había una razón por ello, y era la única que necesitaba.

―Porque lo amo.

Hubo un largo silencio salvo por el universo que los rodeaba. Metatrón no movió un músculo, ni sus ojos exhibieron ninguna emoción... Después de lo que pareció una eternidad, Metatron suspiró y sacó su propio teléfono Aion personal. ―...No puedo tomar esta decisión por mi cuenta. Necesito hacer algunas llamadas. Por favor espera aquí. 

Stolas asintió mientras se levantaba lentamente y observaba como Metatrón caminaba hacia un extremo de la habitación y desaparecía sin dejar rastro. Sentándose, el príncipe se sirvió lentamente otra taza de té y esperó.

Esperó. Y rezó.

...

Debido a lo sucedido ayer, Moxxie sintió que era mejor que él y Millie no fueran a trabajar por unos días, al menos hasta que Blitzø se despertara. Loona sintió lo mismo cuando Moxxie la llamó para notificarle, pero era difícil escuchar a la loba infernal debido a lo bajo que era su voz... Moxxie juró que podía escucharla sollozar en silencio en la llamada y le envió un mensaje de texto a Octavia pidiéndole que cuidara de ella... Puede que no se llevara tan bien con Loona, pero era parte de su responsabilidad cuidar de ella mientras su jefe se curaba.

Hablando de eso, Moxxie decidió visitarlo para ver cómo estaba. Millie aún estaba demasiado afligida para ir, por lo que decidió quedarse en casa y conversar con su familia por teléfono; Su marido le sugirió que también investigara algunos buenos nombres para bebés y así distraerla de la sensación de culpa. 

...Había una parte de Moxxie, una pequeña, que quería zarandear a su jefe por saltar del edificio y casi morir, pero el diablillo de pelo blanco sabía que no serviría de nada; Blitzø ya estaba física y mentalmente frágil, y por mucho que Moxxie quisiera estrangularlo por sus acciones, debía reprimir esos sentimientos.

Entonces solo miró al diablillo mayor que apenas respiraba frente a él, envuelto en más vendajes que una momia. Cada segundo que escuchaba el pitido del monitor de frecuencia cardíaca, su propio corazón saltaba dentro de su pecho. Era casi como si estuviera esperando que se apagara en cualquier segundo... Ese sonido seguía siendo la cosa más aterradora y espantosa que Moxxie había escuchado en su vida.

Sanando a Blitzø (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora