Arrepentimientos

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(Capítulo revisado por FaroeKing, DaniDraws y mi persona, ShadeReilly)

La muerte era un concepto extraño para los que habitaban el Cielo y el Infierno.

Por lo que Moxxie sabía, los ángeles del Cielo eran seres sin edad que nunca envejecían, que rara vez enfermaban y cualquier tipo de 'muerte' solía ser por batallas artificiales o simulaciones que armaban dentro de sus muros para divertirse. Esto era obra de la 'gracia' que, según se decía, residía en todos los ángeles, desde los nacidos en el Cielo hasta los que se la ganaban en la Tierra. Esta 'gracia' les otorgaba el estado de vida eterna y el poder que Dios les concedía. Solo pierdes esa 'gracia' si te conviertes en un Caído como Lucifer y aquellos otros que se rebelaron, perdiéndola finalmente después de la rebelión.

Puedes matar a un ángel, pero siempre vuelven a la vida eventualmente. A diferencia de los demonios, a los que se puede matar permanentemente con el acero angelical, no hay forma de matar a los ángeles, a menos que se consiga matar al mismísimo Dios. Incluso Moxxie creía que tal hazaña era imposible, por mucho que a los propagandistas y sacerdotes del Infierno les gustara afirmarlo.

Al morir, los ángeles renacían en nuevos cuerpos mediante la reencarnación, mientras que otros despertaban en sus cuerpos formalmente fallecidos si el daño causado al cuerpo al morir no era tan grave. Según Rachmiel, que se había mostrado encantado de hablar de la cultura y los medios de su reino natal, había un lugar especial en el Cielo conocido como el "Sepulcro de Cristal" donde se depositaban todos los cuerpos de los ángeles difuntos para que despertaran una vez restaurada su estado de 'gracia'.

La muerte en el Infierno era otra historia.

Era algo habitual, hasta el punto de que a pocos les importaba que murieran muchos demonios. En algunos lugares, incluso ver morir a niños no era visto con gran aflicción o con mucha cautela. Debido a esto, la muerte no se veía como un gran problema a menos que fuera permanente, e incluso entonces, todavía no se veía como un gran problema a menos que te afectara personalmente. Tenía sentido en un mundo donde la supervivencia del más fuerte era la norma, código, ley y doctrina

Personalmente, Moxxie odiaba eso. Odiaba la idea de que la muerte fuera la 'norma' del mundo, aunque su profesión, tanto en su vida anterior como en la actual, girara en torno a ella. Si era realmente sincero, Moxxie deseaba tener una carrera en la música, como había soñado una vez en algún momento. Pero cada vez que Moxxie pensaba en ello, solo sentía culpa y vergüenza... Como si fuera indigno de todo eso.

Tampoco había nada para un demonio después de una muerte permanente real. Dejabas de existir. Fin de la historia. La muerte por cualquier otro medio era igual que para los ángeles, la reencarnación o la recuperación en tu cuerpo, pero sólo los demonios más poderosos podían hacerlo. Aún así, hay funerales y cementerios y similares.

Uno de los cuales Moxxie estaba visitando era para dos individuos que una vez habían significado todo para él.

Si le preguntaras a Moxxie sobre sus padres, siempre diría que estaban muertos. Porque los padres que él atesoró, amó y que le importaron  se habían ido para siempre. Muerte permanente.

La mayoría supuso que fue a causa de un Exterminio, pero fue porque Moxxie no los protegió de su 'familia biológica'. Sus llamados 'Padre biológico' y 'Madre biológica' junto con sus 'Hermanos y hermanas', nunca fueron familia a los ojos de Moxxie desde el día en que perdió a los que realmente fueron como padres para él.

Caminando a través de las múltiples tumbas con dos ramos de flores en las manos, un solemne Moxxie con los ojos casi llorosos pronto se detuvo ante dos lápidas que no eran diferentes de las otras tantas esparcidas por el campo. 

Sanando a Blitzø (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora