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—¿Por qué ayer no llegaste en la hora de almuerzo? —Kate se encuentra acostada en mi cama mientras que yo busco algo en mi armario

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—¿Por qué ayer no llegaste en la hora de almuerzo? —Kate se encuentra acostada en mi cama mientras que yo busco algo en mi armario.

—En realidad si llegué, pero me fui.

—¿Por qué te fuiste? —apaga su celular y me enarca una ceja.

—Tenía unas cosas que hacer, —miento y para que no se de cuenta le enseño un vestido, —¿Qué te parece este?

—No lo sé...es muy...tú. —ruedo mis ojos y continuo con la búsqueda de un vestido para mi mejor amiga.

—¿Qué haremos si no te gusta nada? Te llevo mostrando mitad de mi armario y no hay nada que te guste.

—No iré —, se levanta de la cama y comienza a caminar.

—¡Claro que si irás! ¡Vas a conocer oficialmente a la familia de Leo! —Toma su bolsa junto con sus llaves y antes de que salga por la puerta me dirijo hacia ella, tomándola de los hombros. —No te atrevas a irte Katerine.

—¡Le cancelaré a Leo! —comienzo a negar y ella a asentir. —¡No puedo hacer esto! ¡Estoy muy nerviosa y me pone más nerviosa no encontrar algo para vestirme!

—¡Lograremos encontrar algo!

—No.

—Sí.

—No.

—¡Que sí, mujer!

—Amy...

—Katerine...

—¿Me dejas pasar?

—¡Lo encontraremos! ¿De acuerdo? —ahora ella es la que niega y yo le sonrío, intentando calmarla. —Todo saldrá bien Kate, estarás bien.

—No sabes eso —, se sienta nuevamente en mi cama suspirando. —¿Qué si no les agrado?

—¿Cómo no puedes agradarle a alguien? —Decido comenzar a buscar algo que no sean vestidos, puede que encontremos la solución con unos pantalones.

—Solo conozco a sus padres, pero a toda la familia es un paso muy grande en la relación.

—¿Quieres dar tú ese paso tan grande? Porque si no es así, nadie te obligara a que...

—Si lo quiero dar. —Su vista está fija en el piso, saco un pantalón color caqui y busco una blusa que combine. —Amo a Leo y si él me lo pidió se que ansia presentarme a su familia, pero eso no hace que esté muriendo internamente de los nervios.

—Tú puedes con esto, verás que después ya ni te querrás ir de su casa. —Le enseño el outfit que armé y niega. Paciencia, es lo único que necesito, paciencia. —Y si te hace sentir mejor, nunca le caeremos bien a todas las personas, con que Leo y sus papás te amen es suficiente.

—Que consuelo.

—¡Oye! Agradece que te estoy ayudando, pensar en dos cosas a la misma vez no es tan fácil. —Saco un pantalón de cuero junto con una camisa de tirantes blanca y vuelve a negar. ¡Dios! Estoy a nada de rendirme, pero se que somos más fuertes que esto.

L de Londres  *EN PROCESO*Where stories live. Discover now