Las personas están destinadas a conocerse para hacer bien o mal en la vida de uno. Luca fue una de esas personas en la vida de Amy, se conocieron por casualidad y nunca esperaron lo que sucedería al final.
Después de todo algunas personas están des...
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Misma rutina de siempre.
Salgo del trabajo para luego ir a casa. Desde la última vez que James me escribió tengo un mal presentimiento y que hoy vaya al bar me tiene un poco aliviado. Al fin podrá decirme lo que tanto tiempo he esperado, ya que por más que le rogará siempre respondía que prefería decírmelo en persona. Típico de James.
Luego de hablar la última vez con Amy no volvimos a hacerlo, incluso en la escuela. Un par de veces coincidimos, pero ninguno de los dos hizo nada, aunque no creo que Amy me haya visto, es bastante despistada y ahora lo está siendo un poco más. Espero y aún recuerde que mañana tenemos un plan.
—¿Ya te vas? —mamá se encuentra parada frente a mi puerta mientras me ve ponerme la una camisa.
—Sí, no quiero que se me haga tarde.
—Pero vas más temprano de lo habitual —, mira su reloj y yo asiento. —¿Sucede algo?
—No, —tomo mis pertenencias y verifico que no olvide nada. —James solo quiere hablar conmigo, pero prefiero tener tiempo para prepararme.
—Bien...
—Hoy regresare a casa solo termine en el bar, necesito descansar. —camino hacia la puerta, pero doy media vuelta al recordar que no llevo mi teléfono. —¿Has visto mi teléfono?
—No, pero te ayudaré a buscarlo. —entra a mi habitación y comienza a buscar en mi escritorio. Yo hago lo mismo en la cama, levantando todo sin ningún cuidado. —Si fueras más ordenado y tuvieras tu cuarto limpio no sería tan difícil de encontrarlo.
—Prometo arreglarlo, es solo que últimamente no tengo tiempo para nada —, camino hacia el baño, recordando que la última vez lo use ahí. Pero no hay nada.
—¡Aquí está! —mamá habla desde el exterior y suspiro aliviado, no quería que buscar mi teléfono me tomara demasiado tiempo.
Salgo del baño y encuentro a mamá organizando unos papeles, suspiro y la detengo.
—Me encargare de esto, lo prometo. —Ella asiente un poco dudosa, pero luego me entrega mi teléfono. —Estaba bajo todos esos papeles.
—Gracias...
—¿Cómo van esas canciones?
—No muy bien, mi inspiración está de vacaciones.
—Pronto regresara. —despeina mi cabello y yo sonrío.
—Eso espero.
—Vete ya cariño, no quiero que llegues tarde. —Asiento, doy media vuelta para tomar mis cosas y vuelvo a verificar que no haya olvidado algo.
