Las personas están destinadas a conocerse para hacer bien o mal en la vida de uno. Luca fue una de esas personas en la vida de Amy, se conocieron por casualidad y nunca esperaron lo que sucedería al final.
Después de todo algunas personas están des...
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Toco la puerta de madera dos veces y doy un paso atrás. Hoy en la mañana Kate me escribió diciéndome que era urgente que llegara a su casa, le dije que durante la mañana no podía, pero que llegaría más tarde, acepto y ahora me encuentro fuera de su casa esperando a que abra.
Ayer por la noche, luego de ese pequeño incidente que tuvimos con Luca...
¿Te refieres a que se besaron?
Como decía, luego de eso las cosas se volvieron muy incómodas, ni siquiera hablamos ni nada, solo nos mantuvimos en silencio y cuando nuestras miradas se topaban, rápidamente las apartábamos. Así que era tanta la incomodidad que Luca se fue, un poco decepcionante, pero yo habría hecho lo mismo.
La puerta se abre y me sorprendo al ver a una rubia, más conocida como Emily. No es que la deteste, es simplemente raro que se encuentre aquí en la casa de Kate si apenas la conoce, pero ya sabrá ella que hace.
—Pero si es mi inglesa favorita —muestra sus dientes en una sonrisa y yo entro a casa, quitándome el abrigo y colgándolo en el perchero.
—Hola Emily, —me da un abrazo y yo un poco tensa se lo devuelvo. —¿Cómo estás?
—Más que perfecta, y ¿tú?
—Con un poco de frío —la temperatura de repente bajo, pero es algo normal aquí en Londres.
—¡¿Un poco?! Chica, es como si viviéramos en la Antártida. Salir en estos momentos es querer suicidarte.
Mira que exagera bastante.
—Bueno... no está tan pesado, hay peores días.
—¡¿Peores?! —lloriquea un poco, de seguro no ha de estar muy acostumbrada al frío.
—Terminarás acostumbrándote.
—Eso espero... —sonríe de nuevo. —Los demás están en la sala, iba directo al baño, pero justo tocaste y pase a abrirte.
—¿Los demás? —asiente.
—Si... solo tú faltas.
Pensé que solo seriamos nosotras tres. Eso significa...que... ¡Luca está aquí! Debería de salir corriendo, nadie me ha visto, solo Emily, le diré que me siento mal o tengo algún tipo de diarrea.
No te atrevas.
—¿Por qué luces como si estuvieras a punto de escapar? —veo a mi mejor amiga frente a mí, tiene una ceja enarcada y las manos en su cintura. Ni siquiera me percate cuando Emily se fue. —¿Pensabas escapar?
—¡No! —respondo de inmediato.
—¡Querías irte! —odio que me conozca tan bien.
—Claro que no...
—Entonces ¿Qué hacías parada aquí? —no me deja responder porque continúa hablando. —Vine porque Emily se tardo demasiado y era muy sospechoso... pero la sospechosa aquí eres tú. ¡Si no venía a tiempo hubieras escapado!
