Las personas están destinadas a conocerse para hacer bien o mal en la vida de uno. Luca fue una de esas personas en la vida de Amy, se conocieron por casualidad y nunca esperaron lo que sucedería al final.
Después de todo algunas personas están des...
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—¿Entonces se irán a quedar a la playa un fin de semana? —mamá que lee el periódico pregunta de nuevo.
—Si —mastico lentamente mi cena, intentando analizar a mamá.
Si. Es una mamá que me da bastante libertad y siempre dice que, si a todo lo que le pido, pero preguntarle si me deja ir un fin de semana entero a una casa en la playa, en donde no habrá adultos para cuidarnos, es otro nivel.
Acabamos de terminar la peor semana de todas, que es de exámenes y a mi grandiosa mejor amiga se le ocurrió que sería buena idea ir a la casa de playa de Leo, todos aceptamos e incluso a mí me pareció una buena idea. Solo que olvide preguntarle a mamá días atrás, así que hoy, un día antes de irnos le estoy preguntando.
—¿Quiénes irán?
Trago mi comida rápidamente y pienso que me ahogare, pero logro tomar un poco de agua.
—Solo nosotros.
—¿Quiénes son nosotros?
—Kate, Leo claramente —levanta la vista del periódico y ahora no se que es peor, que me mire fijamente o que no lo haga. —Luca, Simon, Emily y...
—¿Se van mañana?
—Si.
—¿A qué hora?
—En la mañana, tipo siete.
—¿Quién manejara?
—Leo es el único que sabe el camino y el más tranquilo de todos —respondo un poco nerviosa.
—¿Se irán en un mismo carro? —asiento.
—Es una camioneta, en donde cabemos todos —recuerdo las palabras de mi mejor amiga, que desde hace días tenía todo planeado.
—¿Solo irán ustedes?
—Si...
Se vuelve a quedar en silencio, mientras me ve fijamente. Yo me encuentro más nerviosa que nunca, porque si dice que no, estaría demasiado triste, pero se que seria toda mi culpa.
—¿Qué día regresarán?
—Domingo en la tarde...
Juego con mis dedos, esperando que diga algo más. De repente se me fue el apetito.
—Bien...pero...
—¿Sí?
—No quiero que vuelva a pasar esto —asiento sonriente. —Ve a hacer tu maleta.
—¡¿De verdad?!
Asiente y yo me levanto feliz de la mesa, la abrazo y subo directamente a mi habitación.
Amy: Adivina que...
Espero pacientemente a que responda, pero no lo hace. ¿Por qué cuando no necesito que responda rápido lo hace y cuando necesito que lo haga rápido no?
