Las personas están destinadas a conocerse para hacer bien o mal en la vida de uno. Luca fue una de esas personas en la vida de Amy, se conocieron por casualidad y nunca esperaron lo que sucedería al final.
Después de todo algunas personas están des...
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Parte 1
—¿Por qué vienes como si no has ido al baño en dos días?
—Que gracioso Leo, mira cómo me río —me siento en mi lugar correspondiente dejando caer mi libro sobre la mesa.
—¿Qué te sucede? ¿Por qué vienes con un humor insoportable?
Y no es mentira, mi humor hoy decidió ser el peor del mundo, pero tampoco voy a hacer algo por cambiarlo. Todo este mal humor se deriva a ayer, es que simplemente no entiendo nada de lo que pasó, ese beso no fue uno de mentiras, fue real. Se sintió como uno.
—Nada que sea de tu incumbencia —respondo, noto que Kate ni Amy se encuentran en la mesa, algo demasiado extraño porque siempre son las primeras en llegar.
—Los tortolitos han discutido —sonríe a medias cuando ve que aprieto la mandíbula. —¿Crees que no me di cuenta? Los dos son bastante obvios, tú estas de mal humor y Amy muy callada. Ni siquiera está aquí y es la primera en venir.
—¿Me está evitando?
—No que yo sepa, solo acompaño a Kate al baño.
Asiento, Leo me ve fijamente esperando a que diga algo, pero no contare que sucedió y menos a él. Es igual de chismoso que Kate.
—No te diré nada.
—De alguna manera me voy a enterar, pero prefiero tener las dos versiones antes de culpar a alguien.
—¿Entonces ya sabes? —claro que ya sabe.
—Mi chica es mejor que el FBI.
—No peleamos... —comienzo —bueno, en realidad no se si es una pelea. Es más como... las cosas están tensas. No puedo explicarlo.
—Ayer estaban bien.
—Nada esta bien.
—¿Por qué?
—Ya lo sabes, sabes toda la historia.
—Pero quiero escucharlo de ti —se cruza de brazos y yo suspiro.
—Lo nuestro no es real.
—¡No me digas! ¡Si no me lo decías, nunca me entero!
—¡Por eso no te cuento nada!
—Tienes que ir al grano Luca, luego me cuentas como fue que terminaron fingiendo ser novios —. Resoplo indignado de como me habla.
—Nos besamos, en su casa, solos, y luego todo se volvió incomodo. Yo me fui de su casa por que el ambiente estaba todo raro y al siguiente día casi nos volvíamos a besar en casa de Kate —inhalo aire, hable tan rápido que no me dio mucho tiempo de respirar. —Kate nos descubrió, pero ni siquiera nos besamos, entonces ella iba a salir de la cocina y yo le pregunte si quería que la volviera a besar.
