Las personas están destinadas a conocerse para hacer bien o mal en la vida de uno. Luca fue una de esas personas en la vida de Amy, se conocieron por casualidad y nunca esperaron lo que sucedería al final.
Después de todo algunas personas están des...
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—¡Lo hubieras visto! ¡No la dejaba en paz! —Me encuentro recostado en la alfombra del suelo, con mi guitarra en el pecho, tocando algunos acordes. —Se acercaba demasiado a ella y le decía principessa. ¡Agh! Hay mejores apodos que esos y que sea italiano no significa que sea más guapo o que le guste más ¿verdad?
Henry y Olivia intercambian miradas, lidiar con un adolescente ha de ser difícil, ¿pero conmigo? Eso es no tener soluciones. Simplemente no puedo estar tranquilo, ya pasaron varios días desde que regresamos del viaje, el cuál fue divertidísimo, hasta que claro, apareció ese tal Facundo.
Fabricio...
¿De verdad era necesario acercarse tanto a ella en la cena? Seguramente no puede hablar fuerte... ¡No! Es que casi saltaba encima de ella. Se que recordar esto no es nada sano, pero no lo he podido hablar con nadie, hasta hoy.
—Y esa chica... ¿es tu novia? —niego. —¿Te gusta? —y a pesar de que lo pienso demasiado vuelvo a negar. —¿Entonces...?
—Son solo buenos amigos —responde Henry por mí. —Según Luca.
—¡Lo somos!
—Entonces ¿Por qué estas celoso? —Olivia enarca su ceja perfilada a mi dirección.
—Yo no estoy celoso.
—¿No?
—Solo estoy dando mi opinión.
—Pero estás muy, muy cabreado. —Henry se ríe. Hoy no esta siendo de mucha ayuda.
—Claro que no, es solo molesto.
—Es tu amiga y te molesta que un chico italiano, muy guapo y que hace surf le coquetee, pero claramente no son celos... por que los amigos no celan a sus amigas.
—Exacto, más claro no puede estar Olivia.
—¿Seguro que no estás celoso?
—No puede estar celoso, porque solo es su amiga —lo último lo dice más fuerte a propósito y su sonrisita malévola aparece.
—¿Y es por eso que no puedes componer? —asiento. Lo he intentado estos últimos días y no he logrado nada.
—¿Y si escribes de lo celoso que estás? —sugiere Henry.
—No estoy celoso.
—Buenooo, entonces sobre lo... sobre cómo te sientes.
—Tal vez así logras sacar lo que... te enfada.
—Ya lo intenté, todos los días y nada sale. —Respondo. Hace bastante tiempo que deje mi guitarra de lado para ver a mis dos amigos.
—Y si...
—¿Por qué no traes a la chica esa al estudio? Puede que eso te de inspiración.
