Las personas están destinadas a conocerse para hacer bien o mal en la vida de uno. Luca fue una de esas personas en la vida de Amy, se conocieron por casualidad y nunca esperaron lo que sucedería al final.
Después de todo algunas personas están des...
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Algo a lo que nunca me acostumbrare: a las fiestas.
Me gusta venir, bueno eso influye mucho a mi humor, pero de vez en cuando si me gusta venir a fiestas porque la paso muy bien. Cada vez noto cuan conocido es ese tal Antony, porque la cantidad de personas que se encuentran en su casa es innombrable.
Acabamos de llegar, hoy decidí venir con un pantalón de cuero y blusa manga larga porque el día amaneció demasiado frío y yo no soporto tanto. Ahora es donde me arrepiento, porque siento como poco a poco mi cuerpo va tomando calor y comienzo a sudar, algo que detesto bastante, pero mucho no puedo hacer en estos momentos.
Sabía que mamá no se iba a negar que yo saliera un sábado por la noche con alguien que no fuera Kate, ella ni siquiera se encuentra aquí, así que mi única compañía es el pelirrojo que me guía por toda la casa. Mi mejor amiga fue invitada, pero hoy tenia una cena con sus papás y prefería no presentarse, así que me toca sobrevivir.
—¿Vas a beber? —pregunto cuando veo como Luca agrega una cantidad exagerada de alcohol a su vaso.
Mira que no me importa, pero él es el encargado de regresarme a casa y no es la cosa más segura que él maneje en estado de ebriedad. Aparte que la policía nos podría parar y se darían cuenta de que Luca no está en sus cinco sentidos y lo podrían llevar a la cárcel...
¿Luca es mayor de edad?
Averígualo...
—El alcohol no hace efecto en mí —, habla mientras continúa sirviéndose alcohol, llego a pensar que se acabara la botella.
Aunque sería más sencillo si tomara de la botella...
No es que no quiera que tome, pero si se emborracha la probabilidad de que yo maneje es nula. Bastante nula.
—Confío en ti...
—Todo estará bien, lo prometo.
Asiento un poco inconforme, pero es lo que hay y no puedo hacer mucho. Pasea su vista de mí hacia el otro vaso y sonríe.
—¿Qué sucede? —pregunto, tiene de esas miradas que sabes que solo te traen problemas.
—Nada.
Ajá...
—¿Por qué me miras así?
—¿Así como?
—Como que si estuvieras tramando algo —, su sonrisa crece aún más. Lo que sea que trama se que no me gustará, más viniendo de él.
—Creo que ya nos estamos conociendo más...
—Luca...
—Amy —lleva el vaso a sus labios y da un gran trago, veo la mueca que hace, pero la borra de inmediato.
—¿No me dirás?
—No, prefiero que te lleves la sorpresa —guiña su ojo.
¿Soy yo o Luca se pone más coqueto en las fiestas?
