Capítulo XXX

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– Muchas gracias por todo. Ha sido muy amable.

– Gracias a vosotros. La verdad es que no tengo mucho trabajo ya que esta zona está en declive. Ahora mismo no tengo ninguna oferta por la casa y, si sigue así, al final la derrumbarán y harán un parque o algo. Ya ha sucedido en otros barrios, es una verdadera pena. Jiaxing es una gran ciudad pero todo el mundo prefiere Shanghái.

– Yo prefiero Jiaxing a Shanghái – dijo sin pensar Zhan, palabras salidas directamente de su corazón.

– Haces muy bien. Es horrible todo lo que escucho en las noticias sobre maltratos hacia las personas homosexuales allí. Aquí no se ha conocido nunca un caso de violencia homofóbica. Aunque bueno, como en todas partes hay personas que si lo ven con malos ojos. Sin embargo no son muchos y ya se les tiene en el punto de mira.

– ¿De verdad?

– Mm. Se lo dice una madre cuya hija no ha tenido problemas de besar a su novia por la calle.

– Eso... está muy bien – sonrieron los dos.

– Bueno, será mejor que me vaya. Parece que pronto lloverá, ¡qué dolor de cabeza!

– Tenga cuidado, señora.

– Vosotros también – se despidió montándose en su coche.

Zhan quedó embobado mirando la fachada, sintiéndose muy mal por irse. Unos brazos lo agarraron desde atrás y le hicieron sentarse en el regazo del castaño quien estaba sobre el asiento de la moto.

– ¿Nos vamos? – besó su cuello.

– Mm – asintió. – Al menos... ya estoy en paz con mi pasado.

Sus palabras pusieron pensativo a Yibo.

Paz con el pasado.

Él todavía estaba en guerra con eso.

– A-Zhan... ¿me acompañarías... a un sitio?

– Adónde sea, incluso al fin del mundo – lo besó antes de subirse.

Las nubes oscuras ocultaban el sol del mediodía. Solo algunos rayos se colaban entre ellas iluminando lo suficiente para ver.

El lugar al que el menor se refería no se alejaba mucho de su casa, tan solo a unos minutos de distancia sin mucho tráfico y con los semáforos en verde. A cada metro recorrido, el pelinegro sentía como los músculos del contrario se tensionaban, estirándose más de lo normal.

Yibo estaba nervioso. Llevaba una semana intentando llamar a la puerta de esa casa pero se arrepentía nada más alzar la mano. Esperaba que Zhan le diera esa fuerza que le faltaba.

Chispeaba cuando al fin frenó delante de esos cuatro escalones de entrada. La dirección era distinta a hacía veinte años, en algún momento decidieron mudarse más al centro de la ciudad. Quizás si pudieron conseguir trabajo y salir adelante.

– ¿Aquí...? – comenzó a decir el mayor.

– Sí, es donde viven mis tíos – tragó saliva, inquieto.

– Tranquilo, estoy contigo. Si te sientes incómodo, solo nos largamos y ya. ¿De acuerdo?

– Mm.

Bajaron, soltando los cascos y aproximándose lentamente. Tan poca distancia parecía infinita, le aterraba descubrir que había dentro, enfrentar su pasado.

Recortados los pasos necesarios, elevó el brazo, dispuesto a golpear la madera blanca y advertir de su llegada, una que tal vez era indeseada. Respiró hondo, buscando donde agarrar confianza.

Solo una copa de Whisky | Yizhan 🔞 *Finalizada*Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang