Un Destello de paz | [TERMINADA] |

Capítulo 31

(Para que tengan una referencia del lugar que se dice mas adelante)

Capitulo corto, pero era necesario subirlo así :3

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Wyatt

Estaba nervioso al ver entrar a Emma en el estacionamiento de la UP, así que detuve la conversación con Sebastián acerca de la fiesta sorpresa, justo a tiempo cuando ella se acercó a nosotros.

– Hey, acosadora, ¿Cómo va todo? – salude al tenerla de frente.

– Hoy no llegas tarde, eso es nuevo – dijo Sebastián seguido de mí.

Emma sin embargo no respondió, nos dio una sonrisa algo forzada, sin brillo en los ojos, y siguió caminando, iba a ir tras ella, pero Sebastián me detuvo.

– Esto ocurre siempre, su cumpleaños le recuerda a su abuela, por eso suele estar así durante el día – me explico él y yo asentí.

– Entiendo... ahora comienzo a arrepentirme de actuar como si no recordara cumpleaños y evitarla – musite mirándola alejarse – ¿Y si mejor la felicitamos sin decirle lo de la fiesta? – opine y él negó.

– Tu iniciaste esto, ya se planeó todo, ella va a estar bien, ahora vámonos que tengo clase – hablo comenzando a caminar y lo seguí, después en las escaleras nos separamos cada uno a su clase.

Estaba nervioso esperando a que Emma entrara en la clase de teoría, pero no lo hizo. Planee saltarme nuevamente la clase e ir a buscarla, pero recordé que estoy a nada de reprobar la materia y no podía tener una falta mas hasta que entregara todas las tareas extra que tenía pendientes; debido a esto tuve que esperar hasta el receso para ver a Emma.

Pasamos la tarde en las gradas, no logre animarla mucho y admito me costó bastante no felicitarla y seguir con el plan, pero todo estaba yendo perfecto.

Mas tarde antes de salir de la UP convencí a Emma de dejarme llevarla hasta el trabajo, aunque realmente no la llevaría ahí; pero antes de eso tuve que buscar a Sebastián para darle las llaves de mi departamento, y así fuera junto a Dorian a terminar de colocar las golosinas y el pastel, de lo demás me había encargado yo antes de salir por la mañana.

Por mas nervioso que estaba y lo difícil que se me estaba haciendo no hablar sobre la sorpresa, finalmente llegamos a mi departamento, donde Emma pareció haber disfrutado del momento.

Lo digo de manera breve porque quiero llegar al punto en especial de este día, la hora en que todos se marchan y finalmente le entrego las llaves del coche.

– Bien, ahora te ayudo a recoger todo esto – pronuncio cuando estábamos solos, yo sonreí y negué.

– No, déjalo así, lo termino yo – me acerque a ella – Emma – ella me miro.