🥢Ocho

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Capítulo 8: Sin respuesta.

Capítulo 8: Sin respuesta

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       La charla con Mikey se estaba posponiendo de nuevo, porque Satoru Sadao tiene un corazón tan grande que no se puede negar a una petición personal de su máquina informativa con forma de algodón de azúcar llamado Touya Kawata, el trillizo del medio y quien tiene como apodo "Saddie". Un adorable rubio con un cabello rizado y esponjoso que se asemeja a un afro como el de sus hermanos, su destaque de los otros dos son las adorables pecas que decoran su nariz y esos enormes y brillantes ojos celestes, que siempre brillaban por las pequeñas lágrimas que siempre liberaba el trillizo.

De ahí su apodo, siempre lo veías llorando.

—Ahhhh, no me decido. — Satoru observó cansado al más bajito, tenía que decidir entre un batido de fresa, vainilla o menta, que curiosamente, a Satoru le daba la impresión de ver a los Kawata. — ¿No puedo pedir los 3?

Dele de chocolate. — ordena el pelinegro serio. Los ojitos del rubio brillaron en admiración hacia el mayor y no dudó ni un segundo en lanzarse a sus brazos con lagrimitas en sus ojos.

—¡Senpai! ¡Sabía que podía contar contigo, siempre sabes lo que quiero! 

El pelinegro solamente le dio unas palmaditas en su cabeza con una pequeña sonrisa torcida, a los minutos los llamaron para reclamar sus bebidas — él por su parte pidió de banana con chocolate — y ambos fueron a sentar en las mesas de la terraza, disfrutando un poco del soleado día.

Satoru de forma distraída observó la vista desde su ángulo, le parecía hermoso ver todo desde arriba y eran este tipo de vistas que disfrutaba porque muy pocas veces se podía dar ese lujo — por no decir ninguna vez — de tener tal espectáculo natural y artificial. Sus ojos plateados se dirigieron a su acompañante cuando este provocó indebidos sonidos al disfrutar de su malteada de chocolate, cortesía a elección de su superior.

El pelinegro comenzó a inquietarse. No es que le moleste la presencia del más bajo, pero tenía planes previos a esto que pospuso por ese algo "importante" que tenía que decirle el Kawata del medio, que también, pospusieron para beber algo tranquilos antes de lanzar la bomba.

—Ya, cuenta el chisme, barbie. — apura el de cabellos oscuros con un pequeño puchero en su rostro, odia esperar.

— ¡Ya! Si tanto insistes... — hizo una pausa dramática. Dejó su bebida apoyada en la mesa que tenían en frente y su rostro se puso más serio de repente. — Kiyomasa fue dado de alta, según mis contactos él está fuera de sí, está loco.

—Nombra algún pandillero que no lo esté. — burla el más alto con un rostro serio — ¿Qué tan loco está?

—No va a dudar en matar. — eso hizo que Satoru mire a Touya, quien dejó sobre la mesa unas fotos de gente que Satoru no conocía, salvo una donde salían Draken y él juntos. — Se la tiene jurada a este grupo de cuatro, pero mucho más a Atsushi Sendo quien tuvo el valor de apuñalarlo. Pero, si me permite opinar, Kiyomasa tratará de torturar a ese grupo psicológicamente...

𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 || ᴛʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora