🥢 Veintidós

4.8K 870 335
                                    

[N/A]: Hoy el capítulo se escucha con este himno.

Capítulo 22: Impulsos oscuros.

         Cuando Takemichi y Mitsuya llegaron al lugar para socorrer a Draken se encontraron en el camino muchos cuerpos inconscientes en el suelo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


         Cuando Takemichi y Mitsuya llegaron al lugar para socorrer a Draken se encontraron en el camino muchos cuerpos inconscientes en el suelo. Al llegar al medio pudieron ver a un agitado Satoru rodeado de cuerpos tendidos en el suelo que se iban sumando conforme él acababa con ellos.

Vieron a Draken a unos metros de él sentado, Mitsuya no tardó en ir corriendo hacia él apenas notó la sangre brotar de su cabeza y el más alto al sentirlo giró a verlo con desesperación.

— ¡Draken-kun! ¡¿Estás bien?! — preguntó angustiado el rubio.

—Estoy perfecto, pero Satoru...

Se callaron al escuchar el desgarrador grito de uno de Moebius, al girar sus rostros notaron por qué gritaba y era porque el pelinegro le había partido el brazo al mismo tiempo que mandó a volar a 3 de una patada. Sin ningún aliado cerca él podía pelear libremente y usar todo el terreno a su favor sin temer el lastimar a los suyos, pero había un pequeño detalle que desesperaba a la pareja.

Satoru estaba realmente agitado, su límite de 40 se sobrepasó hace tiempo y aunque el del futuro era capaz de derrotar a 100 él sólo, debía recordar que ya no está en el futuro, que lo único que viajó con él fue su retorcida mentalidad y no el cuerpo que entrenó durante 12 años.

—Malditas ratas, te deshaces de una y aparecen otras 5 de la nada. — insulta cuando se reagrupó con el resto. — Ah... Qué bueno que estás aquí ¿Me das una mano?

—Satoru descansa, te vas a desmayar si sigues así. — regaña demasiado preocupado Draken.

—Estoy bien, esto... Esto no es nada.

Si era. Le costaba demasiado completar una frase, el sudor que caía era limpiado por la lluvia, pero aun así todos podían ver el intenso calor que expulsaba su cuerpo a causa del ejercicio. Tuvieron que ignorar de momento al furia nocturna cuando varios de Moebius comenzaron a rodearlos.

—Pe, maldito ¡¿Qué haces trabajando con Moebius?!

—Cállate, Mitsuya, o te mataré a ti también. — amenaza muy serio el castaño. — Rodéenlos y mátenlos.

Se estaban preparando para el segundo asalto cuando de pronto escucharon un característico ruido de motor que cada vez se hacía más fuerte. Los miembros de Toman sonrieron al reconocerlo, menos el traidor que sudó frío.

—Ese idiota... ¿Ahora quisiste usar la entrada dramática? — insulta el pelinegro cansado, que a causa de un jalón por parte de su cita cayó sentado de culo a su lado y este le hizo recostar su cabeza en su hombro. — ...Nos van a ver...

𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 || ᴛʀWhere stories live. Discover now