🥢Veintiuno

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Capítulo 21: Festival.

Capítulo 21: Festival

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     Cuando Satoru abrió la puerta de su hogar lo último que esperó es recibir a la menor de los Sano y a la novia de su perra. Ambas chicas entraron como si de su casa se tratara para ayudarlo a vestirse para la cita de ese día, ambas chicas admitieron saber sobre el enamoramiento de él hacia Draken y él, que no negó nada, dejó que ellas lo ayudaran.

—No sé por qué se esfuerzan tanto, él irá con lo mismo de siempre. — resta importancia con un pequeño puchero.

— ¡Entonces debes dar el ejemplo! — reta la rubia con un llamativo haori entre sus manos. — Tú vas a llegar y vas a decir; "BUM. Yo me arreglo, me produzco ¿y tú qué? Lo siento, pero no estás a mi altura." Y así es como él en próximas citas vestirá diferente y se la pensará dos veces.

—Dios empoderado, en simples palabras. — resume sin real interés. — Cuanto te apuesto a que Michi usará algo feo.

— ¡No le bajes los humos así! — regaña nuevamente la rubia quien le lanzó una de las tantas prendas a la cara.

Les dio algunos consejos como compensación, si, a ambas. Entre ambos ayudaron a Hina con el peinado, luego las dejó solas para ir a vestirse a su cuarto y cuando volvió pidió ayuda con su trenza. Por primera vez permitió que otro la arregle y esa fue Emma, que entre tarareos disfrutaba mucho arreglar a sus dos amigos.

El pelinegro pensó seriamente en llevarla, no lo veía mal, conocía a la pareja perfecta y a quien podría enganchar perfectamente con su chica favorita.

—Deberías ir. — invita fingiendo desinterés por andar mensajeándose con alguien en su teléfono, pero realmente estaba interesado en su respuesta.

— ¿Y arruinarles la cita doble? No quiero ser la quinta rueda, Sato-chan. — bromea la chica. Satoru supo identificar aquel tono, sabe con lo que sueña ella, su más profundo deseo de casarse y él no dudó en darse vuelta para mirarla ahora a ella. — ¿Eh? ¿Sato-chan?

—Umh... El azul te quedará muy bien. — el pelinegro la empujó hasta la habitación de sus madres para buscar un kimono azul que no tardó en pasarle. — Cuando termines avísame, con Hina-chan te peinaremos y maquillaremos.

Tardaron un poco más, pero gracias a que eran más manos las que ayudaban pudieron terminar de arreglarse los 3, estaban orgullosos de su trabajo, las chicas vestían hermosos yukatas que se lucían de forma perfecta sobre sus cuerpos y él pudo vestir decente para la ocasión gracias al haori gris y negro sobre su ropa. Cuando salieron de la casa del varón le comentó a la rubia que le consiguió una cita y ella estuvo en todo momento demasiado insistente con la persona misteriosa.

El chico no tardó en guiar el grupo hacia donde sería el festival, liderando para proteger a las chicas en caso de algún contratiempo en su territorio y siempre yendo por lugares iluminados y transitados, pero al instante esa guardia disminuyó apenas unos pasos de llegar al lugar acordado.

𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 || ᴛʀWhere stories live. Discover now