🥢Treinta

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Capítulo 30: Amigos.

Capítulo 30: Amigos

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      Satoru no estaba de humor para tener que seguir pensando en algún plan maestro que salve a todo el mundo, él en un punto también llega a cansarse de tener el peso del mundo en sus espaldas y a pesar de que era su misión, él necesitaba desestresarse un poco de vez en cuando.

Eso lo lleva a perder la cabeza.

— ¡Noanoa nos va a matar y va a cantar: entra el cuchillo, salen las tripas, entra el cuchillo, salen las tripas~! — canta ido el pelinegro mientras comienza a cortar bastante tela.

Touya se encontraba en un rincón hecho una bolita por el miedo, le asustaba esa nueva actitud de su superior, jamás lo vio así y al ser la primera vez comenzó a buscar desesperado en su teléfono algún contacto que pueda salvarlo. Sus hermanos no eran opción, pero la tétrica canción le estaba haciendo pensar que no era tan malo recurrir a ellos hasta que vio un contacto en específico.

Le marcó y esperó pacientemente, mientras tanto observó a Satoru bailar de forma rara con una tijera en sus manos, cosa que provocó pánico en él y ganar horribles de llorar que no contuvo cuando la persona al otro lado del teléfono atendió.

—SENPAI PERDIÓ LA CABEZA, POR FAVOR AYÚDAME.

—...En 5 estoy ahí, llevo refuerzos.

Literalmente pasaron 5 minutos cuando Baji Keisuke ingresó al hogar del pelinegro a la fuerza junto a un nervioso Kazutora y una molesta Yuzuha que apenas ingresó tomó un impulso con el palo para llegar a cachetear la mejilla del pelinegro. Cayó de espaldas cuál roble por el golpe y la mujer no perdió el tiempo en ir a socorrer al pobre rubio que temblaba asustado en un rincón.

— ¿Estás bien? ¿No te hizo nada?

—... Eres un ángel. — murmura ruborizado cuando la ve. Puede que llegue a admirar a alguien más a parte de su senpai. — Se mi ama.

— ¡EY, ESA PERRA ES MÍA! CONSÍGUETE LA TUYA. — grita el Satoru desde el suelo, cuando se sentó notó al chico de peculiar color de cabello que se mostró más nervioso por su mirada. — ... ¿Y ustedes qué? ¿Acaso les gusto?

—De verdad está demente ¿Qué pasó aquí?

Baji cerró la puerta, esfumando así las posibilidades de escapar que tenía Kazutora. El pelinegro de largo cabello caminó a paso firme, pateando todo lo que se le cruzaba en el camino, el bicolor lo siguió de muy cerca, temiendo quedarse sólo ahí. Sus ojos dorados se movieron nerviosos por el salón hasta que notó con curiosidad los vestidos y todo el material para crear estos en el suelo.

A Mitsuya le daría un infarto.

— ¿Por qué quieres hacer ropa de mujer? ¿Acaso tienes un fetiche raro con los travestis? — pregunta sin tacto alguno el moreno, ganando una mirada furiosa de su amo.

𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 || ᴛʀWhere stories live. Discover now