a través del tiempo | nomin

44 :: Paz

— ... ¿Aló, Renjun? ... ¿Hospital Central de Jeonju? ... Ya voy para allá.

Jaemin y Renjun llegaron al hospital rápidamente. Les indicaron que subieran al tercer piso y así lo hicieron, preguntaron a la recepcionista y una doctora se acercó a ellos.

— Mi nombre es Seulgi, soy la doctora que esta atendiendo a Lee Soo Man. Tuvo un infarto, tendrá una cirugía mañana en la mañana... la verdad esta muy delicado para una cirugía pero es la única opción.

Ambos entraron a la habitación en que se encontraba su padre. Lo odiaban, es cierto, pero igual estaban preocupados... no eran tan malas personas como para querer que muriera.

Lee Soo Man estaba sentado en la camilla, tenía sus gafas puestas y dibujaba un plano en la mesita con su lápiz y un par de reglas. Ni siquiera giró a mirarlos cuando entraron, siguió concentrado en su dibujo.

— Vinimos tan rápido como pudimos. — Dijo Renjun.

— No debieron molestarse, ¡estoy bien! — Respondió Soo Man aún sin mirarlos.

— Pero... tuviste un infarto. — Dijo Jaemin.

— No fue nada, estoy perfectamente bien.

— Me alegra saberlo, me voy de aquí. — Dijo Jaemin con seriedad y salió de la habitación. Renjun se fue detrás de él.

— ¿A dónde crees que vas?

— A casa. Tú lo escuchaste Jun, no quiere apoyo. ¿Para qué quedarme aquí?

— Lo odiamos por destruir nuestra familia, lo sé, pero igual es nuestro padre... ¿en serio te iras sin nada más, sabiendo que probablemente no sobreviva la cirugía mañana?

— Claro que me iré así. Lee Soo Man es una persona demasiado egoísta como para merecer compasión.

Jaemin volvió a casa sin siquiera despedirse de su padre. Renjun se quedó en el hospital un rato más y luego también se fue. Al otro día Soo Man efectivamente falleció en la cirugía... algo seguro es que no iban a extrañarlo.

Pero por alguna razón Jaemin se sentía mal por la notica de su muerte... aquel viejo amargado no merecía el perdón pero al menos merecía una despedida. Agt, ¿por qué simplemente no se despidió ayer? Ahora Jaemin sentía algo de culpa.

Na Jaemin, 2004

Mi padre falleció hoy. No sabía que me afectaría tanto su muerte. Pensé que lo odiaba lo suficiente como para aceptar que muriera de repente... pero quizás no. ¿Podrías buscar sobre él en tu futuro, en una biblioteca o algo?

Lee Jeno, 2006

Lamento tu pérdida. ㅠㅠ Sé que no se caían muy bien así que supongo que no haberse perdonado en vida hace mucho más dura de asimilar su muerte.

Fui a una librería y encontré el libro autobiográfico que escribió... pensé que te gustaría leer lo que dice así que lo compré. Te lo envío junto con esta carta.

Sé que fue el peor padre del mundo pero al menos me alegra un poco ver que tuvo un lindo gesto contigo y con tu hermano antes de morir. ^^

(Posdata: No perdones a tu padre. No ahora ni un millón de años. Pero... puede que sea el momento de dejar ir el odio que has llevado por un largo tiempo... porque bueno, ya murió. Creo que ya por fin puedes descansar de ese peso.)

Jaemin abrió el libro. Fue publicado en 2005, para él faltaba un año pero para Jeno había sido hace un año. En la primera página del libro había un texto corto, al parecer una dedicatoria.

Para Na Jae Min
y Na Ren Jun.
Aunque sé que es
demasiado tarde
para que me per-
donen.

Un par de lágrimas se asomaron por los ojos de Jaemin... no sabía si lo que tenía era odio o arrepentimiento. La verdad era una mezcla de ambos.

— Como si con eso curaras todo el daño que nos has hecho. — Le dijo Jaemin al libro con enojo.

En la siguiente página había una linda foto en blanco y negro. Estaban él y su padre sonriendo frente a la casa del lago, Jaemin tenía unos 8 años, recordaba bien ese día alegre de su infancia.

El pie foto decía así:

Na Jae Min y su padre
en "La Casa Del Lago".

Y al lado de la foto había un texto:

Siempre fuiste mi arquitecto favorito, hijo. Pero ya sabes que soy demasiado egocéntrico como para aceptar que has sido mejor que yo desde el principio. Si estás leyendo esto es porque ya no estoy en vida y cosas como el orgullo ya no importan, así que sólo diré que el mundo merece más arquitectos como tú, dispuestos a diseñar en verdad por las personas y no por ellos mismos... yo nunca podría hacer algo así. Moriré orgulloso tener un hijo que es mil veces mejor persona de lo que fui yo toda mi vida. Te doy las gracias y también la despedida con esta página. Perdón, por todo.

Gotas de llanto cayeron sobre el libro. En toda su vida Jaemin nunca había escuchado a su padre decir que estaba orgulloso de él... Es interesante como al enfrentarse a la muerte hasta Soo Man deja por fin de lado de su ego.

— Ósea que por eso me odiaste toda tu vida, realmente no es que yo te cayera mal... — Le dijo Jaemin al libro mojado mientras secaba sus ojos. — Nunca voy a quererte ni nunca te entenderé... pero ¿qué más da? Descansa en paz.