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Alma Fox

El frío por la mañana me daba ganas de no levantarme de mí preciada cama, pero había dejado el celular en la mesa del otro lado de la habitación y la alarma parecía no querer callarse más, esperaba que apareciera Damián como todas las mañanas y venga a apagarla.

— Todas las mañanas la misma mierda, algún día te mataré y me importara muy poco que seas mí hermana. — maldecía mientras entraba a mí habitación.

Fue hasta donde se encontraba y apagó la alarma antes de tirarme el celular a la cama.

— Gracias por tus servicios, conejito. — dije con burla debajo de las sábanas mientras lo escuchaba irse maldiciendo.

— Hora de levantarse, Alma. — escuché a mí mamá en la puerta.

— Es muy temprano, sólo cinco minutos más. — dije acurrucandome más en la cama.

— Conozco esos cinco minutos más, arriba ahora. — demandó saliendo de la habitación, no sin antes despojarme de mis preciadas y calientitas sábanas.

— ¡Odio a está familia, nadie me entiende! — grite para luego levantarme de la cama

Fui hasta el baño y hice mí rutina matutina, el sueño parecía no querer irse, ahora empezaba a ver qué fue mala idea desvelarme leyendo anoche, ¿Pero podrían culparme?, El libro es realmente bueno y obsesivo.

— ¡Cinco minutos!. — escuché quejarse Damián para que bajemos a desayunar.

— ¡Quince minutos!. — me queje esta vez yo.

— ¡Tienen diez!. — grito mamá desde abajo

— ¡Ahg! — Dijimos Damián y yo al mismo tiempo.

Al cabo de diez minutos salí de mí habitación, Damián salió de la suya al mismo tiempo

— ¿Quién estuvo aquí ayer?. — pregunto Damián mientras bajábamos las escaleras.

— Nuestros nuevos vecinos, son una familia sexy literalmente, creo que encontré a mis nuevas obsesiones. — le dije con emoción

— No puedes obsesionarte siempre con alguien distinto. — me reprocho mí mellizo.

— ¿Por qué no?. — pregunté confundida.

— Hace menos de un día que terminaste con tu novio y ni siquiera conoces a los nuevos vecinos. — contestó sentandose en su lugar.

— Pero los conoceré. — dije obvia mientras copiaba su acción.

— Te aburrirás de ellos y los dejarás al mes. — dijo para empezar a desayunar.

— Presiento que está vez será diferente. — dije tomando una poco de jugo

[...]

Algebra, ¿Para qué carajo sirve algebra?, La odio, odio la escuela, ¿Para que sigo estudiando?, Yo pensé que Poe me mantendría hasta que muera o algo parecido.

— Señorita Fox, preste atención por favor. — pidió por tercera vez en la mañana la profesora.

No le di importancia y empecé a dibujar garabatos en las hojas, y crear escenarios ficticios en mí cabeza.

— Quiero la tarea que deje para la semana pasada antes de que suene el timbre. — escuché decir a la profesora.

Saque la tarea que había hecho con ayuda de Archie o mejor dicho había hecho Archie por mí, ella paso y lo recogió, sabía que no prestaba atención pero siempre traía los deberes hechos.

— Solo le falta la participación en clase y sería la mejor alumna. — dijo al lado mío.

Tiene suerte que tienes autocontrol.

Dijo mí conciencia.

— Puede guardarse sus comentarios, no han sido solicitados por mí. — dije con una falsa sonrisa.

Mí celular sonó indicando un mensaje nuevo, desbloqueé la pantalla y vi el número.

Carnívoro Verne

Jasper apareció muerto a las afueras del bosque.

¿Qué mierda?, Eso cuando mierda paso.

Guarde mis cosas con una rapidez jamás vista y salí del aulas de clase sin importar los gritos de la profesora, en la puerta Crystal en el mismo estado que yo.

Al verme corrió a abrazarme, sus lágrimas mojaban mí remera pero era lo que menos me importaba ahora mismo.

— Shh, shh, está bien, déjalo salir. — dije acariciando su espalda mientras ella lloraba en mí pecho.

— Alma, él está muerto. — decía entrecortado con la voz rota para volver a llorar más fuerte.

— Lo sé, Crys, lo sé. -. Dije con los ojos cristalizados.

Cuando logré que se calmara salimos de la escuela rumbo hacia su casa la cual quedaba a dos casa de la mía.

— Cualquier cosa dejaré la puerta trasera abierta para que puedas ir a mí casa. — dije cuando llegamos a la puerta de su casa.

— Gracias por todo, Alma. — dijo con la voz rasposa.

— Sabes que quería mucho a tu hermano, cualquier cosa que necesiten tú y tu familia no duden en decirme. — dije compasiva.

Ella asintió y entro a su casa, yo empecé a caminar furiosa hacia la cabaña, solo una persona podría haberlo hecho y sabía quién podría ser.

Milton Wheel.

Para: Carnívoro Verne

A la cabaña ahora, trae a la manada.

Enviado.

Las Obsesiones De Alma Fox Where stories live. Discover now