06

2.1K 249 20
                                    

Alma Fox

Estábamos jodidos,íbamos a morir, eso estaba seguro, teníamos boleto vip al infierno.

—Juro que te mataría ahora mismo. — dije mirando mal al rubio enfrente mío.

— Pero no te atreves. — respondió con una sonrisa burlona.

— No juegues con la muerte, Poe. — acote con una sonrisa de lado.

— Dejen su maldita discusión para otro momento, esto es grave. — nos regañó Damián, haciendo que bajemos la mirada mientras ocultamos una sonrisa.

— ¿Qué fue lo que ocurrió realmente?. — preguntó Archie con seriedad.

— ¿Y dónde estuvieron estos días?. — pregunto ahora Damián.

Poe y yo intercambiamos miradas antes de comenzar a contar lo que sucedió lo mire viendo si lo contaba él o yo.

— Diles tú, que aburrido contarlo todo. -—dijo el rubio cediendome la palabra.

— Estábamos en la mansión de Poe cuando todo pasó, lo había rescatado de los Stein...

Días antes...

— Diablos, Kaia, me caes bien, pero si no aceptan el trato tendré que matarte. — le dije con lástima a la pelinegra que se encontraba atada al frente mío.

— No sabíamos nada, lo juro. — me dijo mirándome con terror.

Era entendible estaba casi bañada en sangre y mí mente estaba en otro lado en este momento solo me importaba que Poe este sano y salvó.

— No te afrigas se que no lo sabían, pero mí mejor amigo está en manos de tus desquiciados hermanos y tenía que tener una ventaja sobre ellos. — dije sentándome al frente suyo.

— Mis padres... — dijo con una mueca.

— Están entretenidos en otra cosa para darse cuenta que les faltas en este momento. — le comenté con una sonrisa torcida.

Cuando abrió la boca para decir algo mí celular sonó.

— Tenemos a tu novio. — dijo la voz de Frey del otro lado de la línea.

— Y yo a tu melliza, saluda Kaia. — dije con una sonrisa poniendo el celular en el oído de la chica.

— Frey... dejalo ir, por favor. — dijo la chica con la voz rota.

— Tu hermana por Poe, si en los próximos treinta minutos no me llega una llamada de mis amigos diciendo que Poe estaba sano y salvó, Kaia empezará a sentir el dolor de una herida en la pierna, mientras más minutos pasen más va a sufrir la bella Kaia, adiós Frey. — dije antes de cortar la llamada.

— Creí que podíamos ser amigas. — comentó la chica cuando terminó la llamada.

— Podemos serlo aún, solo esperemos que salgas con vida de aquí. — le dije antes de poner una mordaza en su boca.

Treinta minutos habían pasado y al no ver ninguna llamada o mensaje me levanté del sillón donde estaba con pesadez no quería lastimar a Kaia pero no me dejaron opción.

— Tal parece que no le importabas mucho a tus hermanos, debía de traer a... - no pude terminar porque el celular empezó a sonar. — Vaya me equivoqué.

Ella suspiró tranquila mientras yo atendía la llamada.

— Ya está aquí, no está tan sano pero sigue con vida, puedes soltarla. — dijo la voz femenina de mí amiga detrás de la línea

— Está bien, cuidado bien, estoy llendo. — dije antes de colgar.

Me gire y vi como la chica quería deshacerse de las ataduras mientras sus muñecas se tornaban rojas.

— Eres libre, pequeña Stein. —dije antes de dormirla con cloroformo.

Había dejado a la chica en su habitación durmiendo como si nada hubiera pasado, ahora iba camino a la mansión de la amiga de Poe y mía.

— Llegó por quién lloraban... Santa mierda. — dije al ver la escena al frente mío.

— Fue un accidente, lo juro, no quería, estábamos follando y perdí el control. — dijo rápidamente Poe.

— Acabas de matarla, estamos muertos. — dije mirando con terror el cuerpo de la chica en el suelo.

No era la primera vez que veía un cadáver, lo que me aterraba era lo que se avecinaba con la muerte de esta persona.

— Escondamos el cuerpo. — dije antes de ir por las cosas necesarias.

Si tan solo hubiera sabido que tenía un rastreador.

Actualidad...

— La versión corta es que Poe mató a la sobrina de uno de los novenos mafiosos más peligrosos de la historia y creemos que quiere venganza. — dije con una mueca.

— En mí defensa le advertí lo que podría pasar si teníamos sexo y no era novena. — se defendió el rubio.

— ¿Qué haremos ahora?. — preguntó Damián.

— Yo tengo un plan. — dije con una sonrisa.

Las Obsesiones De Alma Fox Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora