Episode 19

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A Xiao Zhan le tomó tres días terminar con su actitud taciturna. Nunca le decía a Yibo, pero siempre que salían de su antiguo hogar terminaba sintiendo como si su cerebro fuese roído.

Pero tuvo que admitir que esa sensación ya se había acabado para el miércoles en la mañana cuando su alarma sonó a las 08:00 de la mañana. Pasó unos minutos parpadeando sin querer levantarse, sólo observando el bosque que se veía por la ventana de su habitación.

La casa de Xiao Zhan y Yibo tenía muchos ventanales de cristal y una pared de su habitación era más o menos una ventana gigante que les permitía "acampar" en el bosque cada noche. Xiao Zhan podía pasarse horas recostado en la cama observando el paisaje... viendo cómo las ramas se mecían con el viento o cómo las pequeñas gotitas de lluvia chocaban y resbalaban en el cristal.

Sin embargo, en ese momento no estaba solo y suspiró cuando sintió la cálida sensación de unos dedos que comenzaron a rozar su columna desnuda. Bajaron hasta el fondo y luego la mano cambió de posición para dejar que los nudillos subieran hasta su cuello y su cabello. Se relajó contra el cuerpo de Yibo cuando le sintió abrazarlo desde atrás y giró su cabeza lo suficiente como para recibir el beso en sus labios.

—Buenos días. —lo saludó Yibo, acurrucando su rostro en el cuello de Xiao Zhan.

Xiao Zhan revoloteó sus ojos apreciativamente cuando sintió que su piel comenzaba a reaccionar ante el cálido aliento de Yibo, que comenzó a bajar por su pecho antes de que pudiera responder.

—Buenos días. —dijo, suavemente, optando por cerrar sus ojos cuando la sensación continuó. Sin embargo, los besos de Yibo le hizo cosquillas en la piel de su cuello y le hizo querer retorcerse.

—El bebé está despierto. —le dijo Yibo y Xiao Zhan bostezó.

—Okey. —dijo, soso.

Ya sabía que Yibo lo animaría a levantarse, pero en ese momento él estaba perfectamente feliz holgazaneando en la cama y lo haría hasta que pudiera hacerlo. En contraste, Yibo era madrugador y siempre se despertaba a la misma hora con o sin él, así que Xiao Zhan sabía en secreto que podía ser manipulado.

—¿Vas a trabajar hoy?

Xiao Zhan bostezó de nuevo antes de negar con su cabeza.

—No, pero tengo que ir a la oficina —dijo, añadiendo un gruñido al final. Luego continuó, a sabiendas de lo que Yibo estaba a punto de decir—. No puedes obligarme a levantarme.

—Sí, pero ambos sabemos qué pasa cuando yo intento hacer el desayuno.

Los ojos de Xiao Zhan se abrieron inmediatamente cuando Yibo comenzó a levantarse de la cama.

—Aléjese de mi cocina, señor desastre.

Minutos después, cuando escuchó algunos sartenes en la cocina, se encontró completamente despierto.


—&—


La Oficina Federal de Investigación... mejor conocido como el FBI se había convertido finalmente parte de su título después de dos años de trabajo duro. Aunque para ser más exactos, Yibo era un psicólogo forense del FBI. Durante los dos últimos años había sido una estrella en su trabajo después de haber recibido su doctorado. Y no pudo evitar notar el notable silencio que cayó sobre otros agentes mientras él caminaba entre los escritorios.

Aquí todos sabían quién era él. Todos.

Pero ninguno lo conocía más prominentemente que el novato del que había estado encargado desde hace días. Yibo ojeó al agente Marks con una expresión reconocedora antes de sentarse en frente a su escritorio. Era un joven larguirucho con cabello rubio y con un comportamiento escurridizo que se escurría de sus ojos. Yibo creía que tartamudeaba mucho.

Dark SideWhere stories live. Discover now