Episode 20

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Yibo entró por la puerta principal de su casa un poco después de las seis de la tarde, soltando un suspiro pesado. Se aseguró de hacer su ritual diario y dejó sus llaves en la repisa, se sacó las botas y desdobló los puños de su camisa antes de dirigirse a la sala.

En definitiva, podría decir con toda confianza que realmente disfrutaba su trabajo, pero en los últimos días había sido obligado a ver los rostros muertos de niños pequeños, lo cual había sido agotador. Y aunque le había quedado una enfermiza satisfacción por haber sido el que lograra que Donald confesara, no mentiría y diría que no había tenido un efecto en él. Casi le hizo querer dejar de medicarse.

Sin embargo, se sintió desestresarse inmediatamente al estar en casa.

—¿Yibo? —escuchó a Xiao Zhan preguntar desde la atmósfera que creaba el ruido de la televisión.

—Sí. —respondió, pisando la alfombra y mirando distraídamente cómo la lluvia de afuera escurría por una de sus paredes de cristal. Xiao Zhan estaba sentado en el sofá con su laptop abierta frente a él y Si Zhui estaba sentado en el suelo muy entretenido viendo los dibujos animados que se mostraban en la pantalla grande.

Concentró su atención en el pequeño e inmediatamente se hincó a su nivel. Sus ojos observaron rápidamente el cabello negro arreglado de Si Zhui, que estaba peinado con gel de la forma en la que a Xiao Zhan le gustaba y luego miró sus ojos color café oscuro los cuales se le quedaron viendo con reconocimiento.

—Ven aquí, campeón. —Yibo lo saludó con una sonrisa mientras Si Zhui se movía rápidamente para levantarse del suelo. Cuando lo hizo, Yibo lo envolvió en un abrazo, un poco más fuerte de lo que normalmente lo hubiera hecho.

Se aseguró de no sofocar al niño mientras su mano subió para cubrir la parte trasera de su cabeza de forma protectora.

—¿Un mal día? —preguntó Xiao Zhan, repentinamente a su lado.

Yibo abrió los ojos, dándose cuenta hasta ese momento de que en algún punto los había cerrado, y se encontró a Xiao Zhan mirándolo con preocupación. Soltó su agarre en la cabeza de Si Zhui y se inclinó hacia su esposo para darle un suave beso en la mejilla antes de dejar al niño en el suelo.

—Ve a ver tus caricaturas, hombrecillo. —dijo, sin querer causarle angustia alguna.

—¿Quieres... te gustaría verlas conmigo, papi? —le preguntó Si Zhui mirándolo con ojos esperanzados y Yibo tuvo que sonreír.

—Sí, hijo. Lo haré en un minuto.

—Okey. —dijo, satisfecho al volver a sentarse en el suelo.

—Sólo necesitaba abrazarlo —explicó Yibo mientras entraban a la cocina. Ya le había contado a Xiao Zhan los detalles del caso en el que había estado trabajando—. Noord confesó.

—Odio que tengas que ver esas cosas todo el tiempo. —comentó Xiao Zhan parándose cerca de él.

—Sí. —dijo Yibo, frotando su frente.

Sin embargo, cuando miró a su esposo, notó algo que hizo que su garganta se apretara. Los ojos de Xiao Zhan lo miraban con ciertos indicios de una gama de emociones, pero Yibo se tomó el tiempo de observarlo y se dio cuenta de que no estaba usando gota de maquillaje. Sus ojos estaban hinchados como si hubiese estado llorando.

—¿Quién fue? —exigió saber, moviéndose para tocar la cara de Xiao Zhan. Xiao Zhan se movió, tomando su mano en el proceso, sin embargo eso no lo detuvo y levantó la otra mano para examinar el rostro de su esposo.

Xiao Zhan lloraba mucho, era algo que había aprendido en el primer año de su relación. Pero eso no significaba que hubiera sentido la necesidad de descartarlo. Lo odiaba.

Dark SideWhere stories live. Discover now