Episode 22

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No debería hacer esto.

Distraídamente y sin interés alguno, Yibo observó el paisaje a través de la ventana del asiento de conductor mientras otro bostezo de aburrimiento escapaba de sus labios. En ese momento estaba observando una casa familiar que estaba y había estado vacía desde la última hora.

Estaba esperando... esperando a su presa desde la seguridad de su auto, dándose la oportunidad de mirar de la morada a la calle frente a él, esperando poder divisar pronto lo que quería. Por supuesto, entre más esperaba, más lograba irritarse... en verdad debía terminar con esto. El pequeño beso provocante que Xiao Zhan le había dado ese día más temprano estaba empezando a impacientarlo, aunque suponía que por una vez, debía darle prioridad a esto antes que al sexo.

Apretó los labios como si hubiera probado algo amargo y se aseguró de tener a los padres de Xiao Zhan en mente... mantenía su determinación alejada de la imagen del cuerpo desnudo de su esposo. Porque en verdad no le gustaba que estuviesen intentando alejarlo de él. En verdad no le gustaba que lo estuvieran haciendo a sus espaldas. Y sobre todo, odiaba el hecho de que, justo cuando había decidido intentar actuar civilizadamente, ellos habían elegido provocarlo con su monólogo interno entre más lo hacían esperar.

La medicación, sin importar qué tan potente fuera o qué tan dañina fuese para su hígado, su cerebro y sus instintos esenciales, sólo era efectiva cuando se ayudaba de sus herramientas mentales. Y éstas estaban empezando a dejar de funcionar entre más largos se hacían los minutos.

Ni siquiera supo cuánto tiempo había estado esperando después de la primera hora cuando finalmente divisó a su víctima, manejando casualmente por la calle en una ruidosa camioneta, la cual observó mientras se acercaba, disminuyendo la velocidad. Yibo sintió que su corazón comenzó a acelerarse cuando vio que dio vuelta justo en el estacionamiento requerido. Observó mientras el vehículo se detenía sobre el pavimento, se apagaba y entonces, finalmente, la puerta se abrió para revelar al conductor, por el cual Yibo estaba emocionado de ver.

Abrió la puerta de su propio auto y se apresuró a cruzar la calle mientras observaba a Feng Mian. Se sentía como un gato que finalmente había atrapado a su canario; y como cualquier depredador, Yibo quería terminarlo.

—Hey —llamó Yibo, ganándose la atención del otro hombre al acercarse— Ya que estas aquí, déjame hablar contigo un segundo.


—&—


Xiao Zhan sintió como si pudiera derrumbarse en el suelo.

Parpadeó una vez y luego otra, y entonces otra, como si sus ojos estuviesen engañándolo, pero la imagen frente a él nunca cambió. Y luego sintió que su boca se abría de la sorpresa... esto no podía estar pasando.

—¿Qué estás haciendo aquí? —se encontró a sí mismo preguntando con los ojos abiertos por la impresión al mirar de arriba abajo a la mujer que estaba frente a él. No podía creer lo que estaba viendo.

Se quitó las gafas de su cara e inmediatamente fue saludado con los ojos grisáceos de Cheng Xiao. Tenían un aspecto severo, pero sin crueldad. Incluso así, Xiao Zhan sintió la necesidad de acercar al pequeño niño más cerca de su pecho, como si Cheng Xiao estuviera a punto de intentar abrir la puerta y arrebatárselo de los brazos.

Si Zhui, posiblemente al sentir el miedo repentino de Xiao Zhan, envolvió sus brazos alrededor de su cuello y se enterró en su cuello.

—¿Puedo pasar? —la escuchó preguntar, lo cual le hizo apretar los labios de inmediato. Sabía que, si no lo hacía el gigantesco "¡No!" que había saltado a su lengua lograría escaparse.

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