EPISODE 28

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Yibo se sentía completamente entumecido mientras le daba al doctor la información que necesitaba de Xiao Zhan. Sus padres fueron informados y Yibo tuvo que esperar lo que parecía años en una sombría habitación de espera. Las paredes parecían estar encerrándolo. Malditas paredes blancas que parecían estar observándolo o algo.

Los pacientes entraban y salían y Yibo estaba ahí en esa maldita silla incómoda, inmóvil, excepto que eventualmente dejaba caer su rostro sobre sus manos, cansado de preocuparse tanto. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero se sentía como horas cuando de pronto el doctor llegó y fijó sus ojos sobre él.

— ¿Estás aquí por Xiao Zhan?

—Sí —Yibo respondió de inmediato, oyendo que su voz estaba más grave de lo normal. Aclaró su garganta, seca por haber estado callado por tanto tiempo.

—Tu amigo está inconsistente ahora, no despierta todavía. Aunque los doctores han logrado salvarlo, ya que la falta de oxígeno le ha afectado, pero estamos optimistas sobre su recuperación, no parece tener algún daño cerebral. Necesitará curar las lesiones físicas, que nos son pocas pero que tampoco peligra su vida. Le haremos más exámenes y estaremos monitoreando su estado.

Yibo sintió una gigante ola de alivio que nunca antes había experimentado. Nunca había estado tan al borde de morir. Todo se sentía como el cielo comparado a como estaba antes. Yibo no pudo evitar sonreír con lágrimas en los ojos y si el doctor no hubiera estado sosteniendo su carpeta de papeles, lo hubiera abrazado.

— ¿Puedo verlo? —Yibo preguntó.

—Si puedes, ¿alguno de su familia ha llegado?

No. Yibo no sabía si estar feliz por el hecho de que no tuvo que esperar por horas con ellos en una habitación o furioso porque aparentemente los padres de Xiao Zhan tenían mejores cosas que hacer que visitar a su casi-asesinado hijo.

Decidió estar furioso al pensar en ello.

—No, no todavía —Respondió frío con obvia molestia en su voz —Supongo que aparecerán después, ya sabe, cuando hayan terminado todas sus prioridades.

El doctor entendió a lo que se refería. No dijo nada más sobre el tema y le pidió a Yibo que le siguiera. En silencio, caminaron por los pasillos, tomaron el elevador al tercer piso y pasaron por algunos pacientes y enfermeras antes de que el hombre abriera las puertas blancas y entraran a la habitación. Xiao Zhan no estaba en sala de intensivos. Eso era algo positivo. Xiao Zhan no estaba en peligro de morir.

Yibo se había dicho esto muchas veces antes de relajarse un poco, su corazón aún estaba latiendo como si algo malo sucedería en cualquier segundo. Supuso que su cuerpo se había acostumbrado a las últimas horas.

Yibo fue atrapado por un extraño sentimiento en las entrañas de su estómago cuando vio a su novio postrado en esa camilla. Su rostro pálido como las sábanas que lo cubrían, rasguños rojos en su cuello y algunos moretones morados en su clavícula y parte de su rostro. Incluso cuando todo estaba normal, la piel de Xiao Zhan hacía que todo contrastara. Casi enfermizo tanto Yibo podía ver a través de él, como si pudiera ver un cadáver en vez de su cálido y hermoso Omega a quién besaba, abrazaba y sostenía. Lucía como si estuviera congelado si Yibo lo tocara. Xiao Zhan se sentía tan distante.

Callado, temiendo perturbar la tranquilidad de Xiao Zhan, de su falso sueño, tomó asiento en la dichosa y cómoda silla posicionada a un lado de la camilla. Suspiró y sintió como si estuviera siendo el protagonista de un drama americano dónde tomaría la mano de su amado y después de un rato sentirían una caricia y todo estaría bien.

—Podría despertar en cualquier momento —El doctor dijo —Pero tomará un tiempo. Hacer que el corazón de alguien lata nuevamente puede ser exhausto para el cuerpo de la persona...por supuesto, no te preocupes. Estará bien después del descanso.

My Only ExceptionWhere stories live. Discover now