Mi Aventura de otro mundo es un desastre, como esperaba.

Capitulo 8

Capitulo 8: Bajo la lluvia Ryuu lion cae sola.

Hacía frío.

Me tambaleé por el callejón, mis manos enguantadas buscando apoyo contra la pared mientras intentaba mantenerme erguido. El agua de lluvia se mezcló con la sangre que manchó mi capa verde, lavando lentamente los únicos signos de batalla que estaban en mi cuerpo.

Sin embargo, a pesar de que la sangre se desvanecía lentamente de mi capa, a pesar de la sangre que se estaba lavando lentamente de mi cuerpo ...

Eso es correcto. Todavía estaba manchado. Siempre estaría manchado. Este fue un pecado imperdonable que no se podía olvidar.

En lugar de continuar por el camino de la justicia, lo había dejado de lado en favor de perseguir la venganza.

Todo había terminado. Todo estaba terminado. Había hecho que todos pagaran con mis propias manos.

¿Entonces por qué? ¿Por qué me sentí tan terriblemente vacío? ¿Por qué ya no podía recordar las sonrisas de todos?

... Ah.

Eso es correcto.

Es por eso.

Porque nunca más podría volver a esos días.

Porque no importa lo que hiciera, no volverían.

Mi cuerpo se rindió, mis rodillas golpearon el suelo y enviaron una sacudida a mi cuerpo porque no pude mantener mi postura contra la pared. Hubo un latido de dolor, sordo y distante, pero fue amortiguado por la lluvia que golpeaba contra mi cuerpo.

Brevemente, contemplé lo que alguien vería, si se toparan con mi cuerpo: la vista de un elfo desparramado torpemente por el suelo, con el aspecto de un pájaro cuyas alas se hubieran roto y caído al suelo.

Astraea-sama ... Alise ... ¿qué pensarías de mí ahora?

... Tenía frío.

No quedaba nada de calor aquí para mí. Ni siquiera la rabia que había teñido mi mirada de un carmesí ardiente en el pasado pudo traerme de regreso. El mundo estaba aburrido y gris. Todo se sentía frío.

Así moriría yo. Nadie se fue para preocuparse por mí. Nadie se fue ni siquiera para hablar conmigo. Nadie a mi alrededor, solo en Orario, donde nadie jamás sabría de mí. Olvidado, solo. Frío.

Una sonrisa sin humor adornó mis labios. Ese final sería uno que Ryuu Lyon se merecía.

Así que cerré los ojos y esperé el final.

Alise ... estaré contigo pronto.

-"¿Estás bien?"

Una voz flotó a través del abismo. El cabello azul plateado se movió levemente debajo de la capucha de un poncho. Una mano se extendió desde la capa, tomando la mía entre sus manos, envolviéndola en un suave abrazo. Me recordó a algo ... no, a alguien que había perdido, hace mucho tiempo. Incluso a través de la fina capa de tela que separaba mi piel de la de ella, podía sentir algo que no había sentido en mucho tiempo.

... Ahhh. Sentí mi visión borrosa cuando algo se derramó de mis ojos secos. Está templado.

"Flova, deberíamos irnos." Esta vez una voz diferente. Más duro, más agudo. Masculino. Cortó la oscuridad que nos rodeaba como la hoja plateada que llevaba. Unas pupilas apagadas y sin vida me miraron. "No es seguro."

La voz sonaba ... extrañamente familiar, de alguna manera. Y, sin embargo, no pude ubicarlo.

La oscuridad me llamó, instándome a deslizarme en su suave abrazo. Justo antes de que me tragara, hubo una voz.