Mi Aventura de otro mundo es un desastre, como esperaba.

Capítulo 12

Volumen 1, Capítulo 10.5: Interludio/Omake

Maris Hackard experimenta el sabor de un mundo diferente.

Si alguien me hubiera pedido que describiera a mi miembro del partido, Hikitani, errr, Hiki gaya , pero bueno, los viejos hábitos tardan en morir, supongo. Ahhh, lo que sea, ¡lo he estado llamando Hikitani todo este tiempo! ¡Está bien!

ejem ! De todos modos, si alguien me hubiera pedido que describiera a Hikitani, miembro de mi grupo, tendría que responderte al respecto.

Hikitani era extraño.

Bueno, 'extraño' no era ni la mitad de eso.

Hikitani era como una de esas cajas de capas sin solución, con esos misterios y acertijos extraños que les dan a los niños en la calle. las fichas correctamente en una formación para encontrar lo que sea, y luego un giro sinuoso, ¡ah! Se llama una caja de rompecabezas, eso es lo que es. Sí, Hikitani era como una enorme caja de rompecabezas, y con cada misterio y expresión que entendía, de repente había 5 más que no sabía o no podía resolver.

Para empezar, su apariencia física: Comparado con el resto de las personas en Orario, era inusualmente alto; Diría unos buenos 10 centímetros más o menos si tuviera que adivinar. Su cabello también tenía este extraño mechón que sobresalía del resto de su cabello, casi como una pequeña cola, ¡pero de su cabeza! Fue realmente genial, porque sin importar lo que ocurriera en el Dungeon, ese hilo terminaría así. ¡Y hubo una vez que intenté aplanarlo, pero luego volvió a tomar forma mágicamente! ¡Es tan bueno!

En general, aparte de eso, era un tipo de aspecto normal, ¿sabes? No demasiado guapo, pero tampoco súper feo. Bien…

Sus ojos, por otro lado...

Seré honesto, sus ojos son lo peor . El resto de él es definitivamente soportable de ver, pero si lo miras a los ojos, estoy dispuesto a apostar que incluso alguien como el Valiente de Nivel 6 estaría desconcertado. Son tan malos . Como alguien que solía ser parte del equipo de limpieza de mazmorras en Babel antes de que decidiera registrarme como aventurero, he visto cadáveres con mejores ojos que él.

Y los dioses no permitan que sonría. Era más como un estiramiento de los músculos para formar una sonrisa sarcástica en su rostro que una expresión real de felicidad. Cada vez que Hikitani sonreía, estaba bastante seguro de que un pequeño perro o gato había muerto en alguna parte.

Comparado con su apariencia, la actitud de Hikitani tampoco era mucho mejor. Era perezoso, rara vez hablaba o incluso intentaba interactuar con el resto del grupo, un poco grosero cuando de vez en cuando elegía hablar (generalmente nos decía que nos mantuviéramos en guardia o algo así), y siempre era sensato en el Dungeon, que fue bastante para matar el estado de ánimo. Algo sobre cómo el Calabozo estaba listo para matarnos en cualquier momento y cómo nunca deberíamos bajar la guardia a menos que estuviéramos buscando la muerte. Sí, qué tipo.

Sin embargo, era inteligente, no hay duda al respecto. Era solo la forma en que hablaba y la forma en que actuaba.

Ni Yelena ni yo éramos analfabetos: sabíamos una buena cantidad de palabras y habíamos leído libros en ocasiones cuando Eina nos obligaba a estudiar o leíamos los cuentos de héroes antiguos por diversión. Pero Hikitani llevó eso a un nivel completamente diferente.

Solo tuvo que leer los libros una vez. Sin relecturas, sin notas, nada. Solo él sentado en una habitación, hojeando ese libro durante horas antes de cerrarlo y comenzar en silencio con el siguiente volumen. Hikitani definitivamente era un erudito, o había recibido algún tipo de formación académica.

Le había preguntado una vez sobre eso mientras estábamos buceando juntos en las mazmorras, pero se había callado aún más de lo habitual y ni siquiera me habló por el resto del día, en lugar de eso, simplemente se fue después de que terminamos sin siquiera una palabra. de despedida ¿Fue un problema familiar? O…?