XIII

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El resto de días pasaron casi en un abrir y cerrar de ojos. Luego de mucho tiempo pude volver a sentirme tranquilo y comprendido, la presión familiar no estaba tan presente y volvería con muchos pesos fuera de mi espalda. Tuve tiempo para pensar, recapacitar y adaptarme a un nuevo hecho, que sería el matrimonio, una vez entendidas muchas cosas ya hasta tienes ganas de casarte, aunque no por las razones principales por las cuáles empezaste la aventura. Era más por haberme enamorado de una total desconocida antes de enterarme que era el amor de mi vida.

El mundo da tantas vueltas locas que ni te das cuenta en el momento en el cuál volviste a donde alguna vez fuiste feliz, porque si, sin explicaciones, solo pasa, y lo agradeces porque, aunque no lo dices, agradeces tener personas a tu lado que en algún momento seguro odiaste, agradeces tener a tu familia contigo porque aunque peleen ellos son los únicos que al final del día siempre estarán para ti. Y así me sentía, agradecido con la vida, por esas preciosas vacaciones al lado de la chica con la que siempre soñé algún día estar así, tomados de la mano, viendo las estrellas hasta que salga el sol, y sin darnos cuenta terminar en la cama durmiendo todo el día porque nos pasamos la noche entera hablando del universo, del mundo. Y la rueda vuelve a girar.

Mi historia era tonta, pero estaba seguro de que en un futuro sería una buena historia y muy graciosa para contarles a mis hijos antes de dormir, hacerlos reír y cuando pregunten quien era esa niña de 4 años de la que me enamoré, mirar a su madre y sonriendo decir que está en ese mismo cuarto. No podía esperar por el futuro.

Platicamos de tantas cosas, y arreglamos el resto de ellas, creamos una vida la cual aún no vivíamos pero estábamos ansiosos por hacerlo, yo por ser parte de ella y ella por ser parte de mi.

Luego de gastar literalmente un día entero en solo guardar las mismas cosas que trajimos, al fin volvimos a casa. A mi preciosa novia se le ocurrió una guerra de cosquillas a mitad del trabajo y yo no soy alguien que se dejé ganar con facilidad, luego de esa pequeña guerra sentí un hambre voraz que me la podría tragar a ella entera, pero se lo tomó al revés y preparó sanwiches improvisados con la comida que había sobrado, no rechacé la oferta pero me sentí ofendido.

Y entre cada pausa un beso y entre cada beso una sonrisa y luego a volver a guardar las cosas que aquí no estamos para cursilerías todo el día.

De vuelta a casa no hubo carrera, nos montamos en el mismo caballo y con el otro transportamos las cosas. Yo cabalgaba y ella se abrazaba con fuerza a mi espalda, no es por presumir pero estoy seguro de que se muere por mi.

Fue divertido, casi caímos varias veces pero eso no restaban nuestras risas.

Al llegar no quería saber nada del mundo exterior a mi casita, quería llegar, preparar una cena y contar la noticia del matrimonio, pero no me dió tiempo, en la casita ocurría algo, y no precisamente muy malo. La única persona fuera de la casa presente era Mirabel, que caminaba en círculos a paso rápido debido a la ansiedad.

-¿Qué sucede? -pregunté al bajar de mi yegua.

-¡Hey! -saludó entusiasmada-. Camilo... -murmuró nerviosa.

-Hola Mirabel. -saludó mi novia una vez a su lado, la más bajita la miró con los ojos aguados y la abrazó para luego largarse a llorar.

-No puedo creer que ese imbecil por fin se dió cuenta de que eras tú. -sollozó.

-¡Hey! -exclamé molesto, ______ soltó una risa en respuesta mientras se apartaba de la más bajita-. Estoy aquí. -coloqué mis manos en mis caderas cargando mi peso en una de mis piernas haciendo una pose de diva molesta.

Ambas chicas rieron, Mirabel se acercó a mí al fin y me abrazó con fuerza, a lo cual yo correspondí pero cuando se alejó noté un claro semblante de preocupación en su rostro, aún no vi al resto de mi familia y se me hizo muy raro que el pueblo pareciera tan acelerado esos últimos minutos. Levanté una ceja esperando a que me contara que sucedía pero simplemente dió media vuelta ignorandome olímpicamente.

A tus brazos. Camilo Madrigal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora