A tus brazos. Camilo Madrigal.

Epílogo.

Querida abuelita:

Sinceramente no sé cómo iniciar esta carta sin decir que te extraño, todos en la casita lo hacemos. Hace un año que te fuiste y no dimensionas la falta que haces en el hogar, tu coordinabas todo, desde el desayuno hasta la cena, todo tenías tan planificado que una vez lejos de ti nadie entiende como Mirabel lo hace, o al menos intenta seguir tus pasos con el libro que le dejaste.

Haces mucha falta.

Mis hijos cumplieron 5 años la semana pasada, recibieron sus dones, en eso si podemos darles créditos a Mirabel, lo hizo muy bien.

Sara obtuvo el don de leer mentes y hablarte por ese mismo medio, a veces me asusta cuando la escucho en mi cabeza mientras beso a mi esposa, o cuando estoy en el baño, espero pronto acostumbrarme a eso, no sé cómo tú lo hacías. Por otro lado, mi otro hijo, Miguel, puede controlar el agua, se maneja mejor cuando hay una fuente de agua cerca pero también puede absorber el H2o del ambiente, se divierten con sus primos, si, los hijos de Dolores.

Y hablando de Dolores, está embarazada de nuevo, Dios sabrá cómo lo hizo Mariano luego de 10 años, pero lo consiguió, esperan un niño, es muy inquieto en el vientre y me hace mucha gracia verlo moverse en la pancita de su mami, mientras que la mía dice que saldrá idéntico a mi, no entiendo bien la razón pero tampoco es algo a lo que le doy mucha importancia.

Cambiando nuevamente de tema a algo que si es relevante, no sabes lo hermosa que está ______, a veces Alicia se roba su atención, pero me encanta llegar a mi cuarto en las noches y estar con ella ahí, dormir abrazados. No sé porque estoy dando tantos detalles, pero no siento que te moleste.

Ella aún lleva ese broche que le regalaste, no creas que lo tiró, jamás se lo saca en realidad, destaca en ella, aunque ella no necesita de más cosas para destacar, lo hace con simplemente existir... y me voy por las ramas de nuevo, lo siento.

Es que... hay tantas cosas que quiero contarte, hay tantas cosas que quiero que sepas. Mis sobrinos ya casi terminan de dominar a la perfección sus dones, y en serio me encantaría que estuvieras aquí para ver pelear a Pablo contra Miguel en una lucha casi a muerte de fuego y agua, o a Sara y Mica entretenerse espiando a la gente, Sara leyendo sus pensamientos y Mica escondiéndose gracias a que le tocó el mejor don, o sea, tu lo viste pero, SE HACE INVISIBLE, yo quería ese don para mí. Ah y Alejandro, Alejandro se divierte mucho con la tía abuela Julieta, hornean pasteles juntos, su don de teletransportarse no tiene nada que ver con el de tía Julieta, pero se divierte pasando tiempo con ella.

Ojalá estuvieras aquí para ver cómo sigue creciendo la familia, soy un buen padre, seguí tus consejos, soy quién soy gracias a ti, a lo que fuiste para mí.

Te extraño, y te seguiré enviando cartas, sé que no las leerás, pero, estés donde estés, quiero que sepas que somos felices, cumplimos nuestras promesas y lo seguiremos haciendo.

Te amo.

Con amor, Camilo.