El Maestro.

56. Ave Fénix

Alexei, se sentó devastado, a llorar. Su madre era muy importante para él, aún recuerda, cuando ella lo llevaba a ver a Jason en la playa. Cuando ella le enseñaba a nadar, cuando estaban los dos siempre juntos. Ella le mostró el mundo de los vivos, cómo moverse, como luchar.

- Esto no puede estar pasando...No...

Mérida no decía nada. Sólo meditaba en silencio.

Alexei se encaró con Satanás.

- ¿¿Por qué no viniste?? ¿¿Es que sólo vienes si fuera tu hijita?? ¿¿Es que no te interesaba Evy sólo para misiones en tu benefició??

Satanás miró a Alexei.

- Centinela, no me pongas a prueba...

- ¿¿A prueba?? ¿¿Te estás quedando conmigo??

Alexei se dispuso a blandir la lanza de su madre, pero un fogonazo lo interceptó.

- ¡Basta, querido centinela!- Era Azazel.

- ¿A qué vienes ahora, Azazel?

- Ay, señor del infierno. Sabía que esto pasaría. Cálmate, muchachote. No tientes a Satanás. Vamos, vamos, ven conmigo, ven.

- ¡Dejadme!- Se sacó a Azazel de un gesto.

- Chico, escúchame, ven conmigo, hombre.

- ¡Que me dejéis!- Alexei, irritado, era casi incontrolable, y era un problema para todos.

Aradia lloraba en silencio, consolada por Axel.

- Calma, hermanita, ella nos ha salvado a todos, sabes cómo era, no le gustaría vernos así.

- Pero es que...la tía...era mortal...

- Mortal...- Repitió Mérida-¡¡MORTAL!! ¡¡ESO ES!!- Silbó a Hellraider y montó, a toda velocidad.

- Bueno, parece ser que alguien sí me escucha- Dijo Satanás, apoyado en el cetro, mientras Alexei, estaba destrozado, junto a Azazel, que trataba de consolarlo.

- Cariño, cariño, escúchame, tu madre ha hecho lo que debía. Déjame que mire, cómo puedo calmar ese temple tuyo. Eres muy volátil. Pareces tu antepasado.

- ¿¿CÓMO VOY A CALMARME?? ¡¡ESTÁ MUERTA JODER, MUERTA!!

- Alexei, es una parte más de la vida, un ciclo que los mortales deben vivir, por eso tu madre la vivió con la esperanza de darlos lo mejor a todos, tuvo hijos, y nietos, erais su orgullo, su razón de ser. Y ella dio su vida para que viváis la vuestra. Ahora, centra tus energías, respira hondo, ¿Te mostró a encontrar las auras, cierto?

- Si...

- ¿Y las almas?

- También...

- Buen chico. Ahora, dame tus manos. Ayúdame a rastrear una. Vamos.

- ¿Y esto para qué?

- Silencio y escucha- Respondió Azazel, respirando hondo.

- Tu madre, ya murió una vez, por lo que no teme a la muerte. No teme a Satanás, porque ya lo vio una vez en su máximo esplendor. Es hora, de que ocupes tu sitio, y veas lo que tu madre vio una vez. Es hora, de que aprendas, a buscar un alma. Ve un paso más allá. Ve más allá de lo que tus ojos ven. Ve más allá de la vida, más allá de la muerte, más allá, del más allá.

Alexei cerró los ojos, respiró hondo, y tomó las manos de Azazel.

- El alma que buscas, es un alma pura...pero oscura. Es un alma, que llegó al mundo, como una más. Un alma noble, pero atormentada. Un alma, que supo empaparse de luz y de oscuridad al mismo tiempo. Hecha pedazos, recompuesta a jirones, gracias al cariño y al amor de su familia. Céntrate, Alexei Amenadiel, céntrate, un alma, acaba de caer al reino de los muertos, y debe encontrar su sitio...