20. Letal alianza.

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Aceleré quemando ruedas, y asfalto, literalmente. No me importaba, lo del compromiso, no me importaba, lo de los medios, no me importaba, nada, en ese momento. Sólo me importaba, recuperar a mi maestro, sano y salvo, y lo haría por todos los medios, aunque tuviera que quemar todo el infierno de arriba abajo para encontrar a mi maestro.

El viento de la noche en ciudad pentagrama, me golpeaba la cara, podía rastrear la esencia de mi maestro, pero antes, debía cerrar el círculo, para encontrarlo más rápidamente, y sé quién estaba metido, y dónde estaba, así que decidí que lo mejor era, meterme de nuevo en el mundo de los vivos, para hacer una "Visita" a cierto personaje del infierno, que tenía su negocio en los vivos. Aquel personaje, iba a lamentar por el resto de su vida, haberse acercado a mi maestro, pero con todas sus fuerzas, oh, sí, que iba a arrepentirse. No saben quién es Evy, la Centinela, la Loba del infierno.

- ¡Vic! - grité. Mi sombra se pegó a mí en mi moto.

- ¡Busca al maestro, y dile, que voy por él! ¡Dile que aguante!

Vic asintió y se fue. Era el momento de viajar al mundo de los vivos, a mi mundo. Pronuncié el hechizo, y me vi, en la carretera de día, las horas en el infierno, pasan distintas, a las horas en el mundo de los vivos.

-Horario comercial, estupendo, vayamos a hacer una señora visita.

Poniendo la moto en caballito, me fui a la ciudad.

-Maestro, voy a encontraros, aguantad, por favor.

En mi mente sólo valía una cosa, encontrarlo vivo, fuera como fuese, me daba igual, a cuántos demonios, pecadores, o lo que mierda fuesen tendría que matar para lograrlo.

Él es mi maestro, estuvo, está, y estará para mí. Y yo, su discípula, estuve, estoy, y estaré a su servicio. Que no le quepa duda a nadie, me da igual, si se casa con Charlie, me da igual, si tengo que verlo teniendo descendencia con ella. Me da igual. Es la persona, que más me importa, porque a pesar de todo, lo sigo queriendo, al igual que él ha demostrado que me sigue queriendo a mí. Es eso, juego de poderes, decidió casarse por el bien de todos con la princesa, y tenerme cerca, para que no me alejara por mi cometido, puede ser, pero no me dijeron todos los detalles por algo, pero lo terminaré sabiendo, tarde o temprano, majestades, tarde o temprano.

Bien, señores, Evy permaneció callada, permaneció en las sombras, pero habéis acabado por despertar a la bestia. Estupendo, ahora, sabréis quien soy yo.

Me acerqué a la puerta de Rosie, derrapé con la moto, y abrí la puerta de golpe.

-¡¡Evy!! ¿¿Qué manera de entrar es esta??- Se enfadó.

- ¡Todos fuera! - Los clientes me miraron extrañados- ¡¡NO ME OÍS, FUERA COÑO!!- Grité irritada.

Se fueron, y cerré la puerta de una patada.

- ¿¿Qué demonios haces?? ¿¿Te volviste loca??

-Rosie, esos tres idiotas de las tres Vs. han secuestrado a mi maestro Alastor.

- ¿¿Qué??- La noticia la pilló desprevenida.

-Así es, esta nota apareció en el hotel- solté la nota, y me giré de espaldas.

- ¿¿Se sabe si sigue vivo??- Estaba asustada, Alastor era su mejor amigo, se conocían desde que él bajó al infierno. Y su amistad era muy bonita, visto lo visto.

-Sí, sigue vivo. He hablado con él, por unos segundos, pero necesito encontrarlo, ¿Me entiendes? Me da igual quemar todo el puto infierno.

Rosie, se levantó, con la mirada de miedo, pero de decisión, me tomó por los hombros, con firmeza, se puso cara a cara conmigo, se le veía, enojada, asustada, angustiada, pero sobretodo, decidida, a recuperar a su mejor amigo, y yo, quería recuperar a mi maestro.

El Maestro.Where stories live. Discover now