Alter Ego

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Me encerré en el cuarto, sin saber qué hacer, o qué pensar.

Empecé a llorar, me sentía la más estúpida del infierno, por tercera vez.

La primera fue al enterarme en el bar de Rosie, la segunda fue al rescatarlo, y ahora esto.

Ahogada en un mar de lágrimas, decidí acostarme, hasta que el dulce sueño me venciera

Apenas dormí esa noche, y a rallar el alba, me levanté, me puse la ropa, y esperé al pie de la cama. Y como cabía de esperar, Lucifer aporreó la puerta, y abrí, lo encontré cara a cara.

-Bien, madrugadora. Sígueme querida.

Lo seguí en silencio, a través de los pasillos, de la mansión.

-Esto, querida Evelyn, es sólo una parte de lo que te espera. Sé que es duro el infierno, lo sé, pero tú, debes prepararte, para lo que te espera. Sé que eres fuerte, dura como una roca, por eso te elegí.

Se dio la vuelta, y cambiamos el lugar, era una habitación oscura, lúgubre, y de una niebla espesa.

- ¿Qué debo hacer, majestad?

-Tienes un dilema. Duro, intenso, y fuerte en tu interior. No puedes dejar que te manejen, al menos si estás a mi servicio, sabes, no esperaba que mi hija se tirara sobre Alastor, de veras.

No sé lo que sientes, porque no lo he sentido, tuve suerte con Lilith, pero tú, debes estar destrozada por dentro. Debes entender- Sacó su cetro con la manzana, y se apoyó sobre él.

- Que, al fin y al cabo, es su prometida, si, ha jugado sucio, pero es parte de demonio, ¿Sabes?

Me levanté, y eché un ojo a mi alrededor. Nada, no había nada.

- ¿Dónde estamos, señor? -

-En el limbo, pero hay una variación, de aquí no te puedo sacar.

- ¿¿Qué??- Me quedé sin voz.

-Así es, cariño. Debes hacerlo sola, cuando tu odio, tu rencor, se convierta en fuerza. Deja que te llene de su poder, pero no que te maneje.

- ¿Y cómo espera que lo haga?

-Tú sabrás- Dijo riéndose. - Eres tú, tu interior, y tu espíritu. Cuando veas, lo que eres capaz de hacer, lo que eres en realidad, saldrás de aquí. Puedes seguir llorando, lamentándote, o puedes, hacer que eso te haga más fuerte, Evelyn Magne. Por si te sirve de algo, no es imposible salir de aquí. Hubo alguien que lo hizo. Pero, para saber eso, debes saber cómo lo hizo.

- ¿Y cómo lo sabré?

-Haciéndolo tú, cariño. No Saldrás, porque si no, no serás capaz de soportar lo que se avecina, porque tu maestro yacerá con la heredera, ¿Me sigues? Y tu poder sería algo que se volvería en tu contra.

Me senté en el suelo, con la cabeza sobre las rodillas.

-Está bien, ¿Puedo estar sola, Majestad?

-Claro, Evelyn. Hasta pronto.

Desapareció, y ahí me quedé yo, en esa dimensión oscura, nebulosa, y muerta.

Caminé, por la estancia infinita, mientras pensaba en lo que Lucifer decía, era inevitable, si ayer estuvieron juntos, pronto se casarían y sería inevitable, que tuvieran hijos. Así que, podía hacer dos cosas, o admitir lo que pasaba, pasar página, o seguir así.

El Maestro.Where stories live. Discover now