36. Oscura Belleza

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Aquella tarde, la pasamos en familia, comiendo alegremente.

Terminado el café, miré la hora.

- Tengo que irme, a Rosie's. Helsa, muévete.

- ¿Qué?

- ¿Quieres ser la dama de honor o no? - Le solté.

Mis suegros la miraron.

- ¡Claro, maldita sea, no hagas preguntas tontas! - Gritó.

- Menudo vocabulario, luego hablas de mí- Respondí divertida, los demás se rieron.

-Sres. Von Eldritch, lamento irme, pero debo atender a todo este asunto.

- No te disculpes, querida, ve, con mi hija.

- Vamos, anda.

- Espera, cielo que te acompaño- Me dijo Harold.

Nos movimos a la entrada, Helsa entró a la limusina.

- Evelyn, cielo, me alegra que hayas arreglado las cosas- Me tomó por la barbilla.

- Y yo, ahora voy a elegir vestido, cocodrilo.

- ¿Me lo mostrarás? - respondió.

- No, eso es sorpresa...

- Al menos...dime que usaras lencería de encaje...- Me tomó por la cintura, pegándome a él-

- Travieso...chico malo...eso sí puedo adelantarte algo- Chasqueé los dedos, y mostré una bolsa de Rosie's. Abrí lo justo para que pudiera ver un poco, pero cerré cuando iba a ver más.

- Me vas a volver loco...no seas mala- Sonrió. -

- Esa es la cuestión- besé sus labios, y me tomó de las mejillas, ahondando el beso.

- Te espero, luego, en mi habitación en palacio...- Lo solté y me fui a la limusina.

- Ahí estaré, Evelyn Magne.

Cerré la puerta, lanzándole un beso mientras se iba la limusina.

Me recosté en la limusina, mientras casi me quedo dormida.

- Evelyn.

- Dime.

- ¿Enserio te gusta mi hermano por cómo es él?

-Ya te lo dije.

- ¿Quién no dice que mientes? Estamos en el infierno.

- Soy parte de ángel. No puedo mentir.

- Je. ¿Qué clase de ángel?

- Caído.

- Ja. A todo esto, ¿Quién era ese tipo con el que hablabas en la boda?

- Pues...un brujo, ¿Por qué?

- No le quitabas ojo de encima...

- Era amigo de mi padre Amenadiel, Helsa. Nunca conocí nadie aparte de Lucifer y Lilith que lo hubiera conocido.

- Vaya, vaya, ¿Y está soltero?

Abrí los ojos, giré la cabeza y la miré, riéndome.

- ¿Qué te hace tanta gracia?

- Olvídate, no es de mujeres, además, ¿Quieres a un tipo que se la pasa todo el día matando monstruos de toda clase? No está fijo en ningún lado.

- Un cazador de monstruos...qué tipo tan duro...va, Evelyn, no seas mala, preséntamelo...

Arqueé la ceja, y sonreí. Esta era mi oportunidad de devolvérsela.

El Maestro.Where stories live. Discover now