19. Eterna lealtad.

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Mimzy vino, a ponerme la bolsa de hielo, en la cabeza.

- ¡AY! - No pude evitar gritar. Qué dolor de cabeza.

-Chica, eres dura de pelar, pero deberías ir a que te vean esas heridas. Creí que te matarían.

-No, tranquila, sanaré rápido, tengo esa cualidad, sabes.

-No esperaba, que fuera así de cabrón. Siempre tuvo fama de ser un bastardo, ¿Pero esto? Supera cualquier cosa que haya hecho.

-Lo sé. Ay, sabes, Harold al fin y al cabo no fue tan malo, dejó ver sus intenciones desde un principio, sabes. Eso es de admirar.

-Pues...ahora que lo dices, sí, es verdad. No ha sido tan traicionero como Alastor. ¿Qué harás?

-Pues, primero, llorar un poco, y luego, volver a casa para darme una ducha. Miraré como está Vaggie, sabes.

-Es un detalle muy bonito de tu parte, cuidarla.

- Es lo mínimo. Ella dio todo por Charlie, y ahora, se entera por los medios. Esto, supera cualquier mierda, sabes, Mimzy, ayer, antes de llevarme a la cama, el muy hijo de perra me pidió que siempre estuviera junto a él, porque quizá nuestros caminos se separaran.

Mimzy se recostó en el sillón del privado, y se llevó el puro a la boca.

-Qué cabrón...

-Auch...Ay...sabes, lo que duele es el alma, el orgullo. Eso sí duele. No estos golpes. Oye Mimzy, me voy a ir a casa, me da vueltas la cabeza.

- ¡oh, para, para! Ni en broma, bebida, con la cabeza abierta, ¿Estás loca? Mira, pídete un taxi, anda, lo pago yo.

-Pero es que...

-No es nada, ve afuera, mis chicos te cubren las espaldas, anda.

-Gracias cariño, eres muy amable

Me abrazó suavemente, me acompañó a la salida, más de uno, me dio unas palmaditas en el hombro "bien hecho" "Estamos contigo Eve"

-Gracias, chicos. Muchas gracias.

Antes de salir, Mimzy me dio un par de aspirinas, para la mañana siguiente.

-Gracias Mimzy. Perdona una vez más.

- ¿Bromeas? ¡Esto es el Avernus, nena! - Sube, anda. Toma mi número, para lo que sea, estoy aquí.

El taxi me llevó a casa. Entré, conforme crucé la puerta, Vaggie, vino a mí.

-¡¡Evy!!

-Oh, je, je, veo que llegaste bien, espero que Vic se haya portado bien contigo.

- ¡Sí, la verdad es que es muy silencioso!

-Bueno, chica, vamos a dormir, ¿Si?

- ¿Con esas heridas? ¡Deja que te cure al menos!

-No es necesario, mañana curarán.

- ¡Vamos, déjate de tonterías, déjame ver!

Ante la insistencia, me senté, y me estuvo curando un rato, mientras me hablaba.

-Evy, siento haber sido tan dura al principio contigo...

-No te preocupes, mujer, ya estoy mejor, además hay que centrarse en el presente.

-Hablando de eso ... mañana debo volver al hotel...

-No te preocupes. Tú, haz lo que debas, yo estaré bien, por algo soy Eve.

El Maestro.Where stories live. Discover now