🤟[CAPÍTULO 12]🐃

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Capítulo 12
"Ota-Papu"

Las ganas de matar al Dibu crecía cada vez más, él sabía los sentimientos que Nico tenía hacia su persona, estaba al tanto de todo, al parecer poco le importó. Se lo veía feliz junto a Musso, mientras Otamendi pasaba horas acostado sin querer hablar con nadie. Intenté de todo pero no recibía respuesta alguna.

-¡Dale Nico!-le grité-tenemos entrenamiento ahora, mañana jugamos boludo

-Ya sé eso Alejandro-manifestó-y ahora bajo, no me rompas.

Suspiré, no quería discutir. Me dirigí hacia la planta baja para reencontrarme con mis compañeros, supongo que él saldrá cuando tenga ganas. No me gustaba que me hablara así, tampoco me gustaba que estuviese así, desearía ser como el Dibu y que sea yo el que le llamase la atención, claramente estoy muy por fuera de su alcance.

-Papu ¿Y tú compañero?-manifestó Scaloni.

-Me dijo que dentro de un rato bajaba-levanté mis hombros en señal de restarle importancia, aunque en realidad no era cierto.

Dicho y hecho, luego de unos largos 15 minutos por el pasillo hizo acto de presencia el jugador en cuestión, por más que él sea hermoso para mis ojos, desde lejos se veía lo mal que se encontraba; decaído y con ganas de volver a la habitación. Ya me estaba cansando de encontrarlo de esa forma, siempre era lo mismo. Se sentó y comenzó a comer en silencio, sin mirar a nadie. Tenía que hacer algo, pero no ahora.

Al término del almuerzo, nos dirigimos hacia el campo de entrenamiento; debíamos prepararnos para el encuentro de mañana. Para ponerlos en contexto, ya nos encontrábamos en Brasil, junto a la delegación decidimos quedarnos por estos lados, se hacía cansador tener que ir de un lugar a otro. Aunque ya nos hospedábamos acá desde el partido contra Bolivia más o menos.

Divise el momento en que el Dibu se acercaba a Nicolás, note la pequeña gran pelea que tuvieron y de lo mal que quedo Ota en eso. Estoy más que decidido que necesita alguien que lo valore tal y como es, creo que es mi momento. Puede salir bien o mal. Al finalizar el entrenamiento de hoy, volvimos al hotel para descansar y cenar. En el trayecto de donde estábamos hacia el destino final, me pase viendo a Ota mirar hacia un punto fijo con los auriculares puesto; estaba en su mundo.

Al llegar, subimos a las habitaciones junto a los demás-Papu, ¿Sabes qué le pasa al general?

-Hay genial, pensaba que era el único que lo veía mal-suspiré pesadamente-sí, sé que le pasa y ni me quiero meter en el tema pero no puedo dejarlo así.

-¿Te gusta cierto?-preguntó Lautaro, quien se encontraba a mi lado-no me digas que no porque se te nota de acá a la china.

-Estás en lo cierto, amo con todo mi ser a ese tipo pero bueno no me corresponde-verbalicé triste.

-Pensé que estaban juntos, creo que estaba equivocado-se rió-porque acá entre nosotros, las noticias vuelan. Los chicos me tienen de acá para allá porque dicen que yo sé mucho sobre las parejas de esta selección, incluso les había dicho que ustedes dos estaban en algo; me equivoque.

-¿Hay más? ¿Por qué yo nunca me entero de las cosas?-protesté, parecía ser el último-no te voy a preguntar nada porque ya me hago idea de algo, pero lo que sí quiero saber es si tenes algún consejo de como "declararte" en cierta forma a alguien.

-No armes planes, ni sigas los consejos, yo que vos encaró de una quizás sacas provecho de un resultado bueno, yo debería haber hecho eso pero claramente a mí me gusta que todo este planeado-lanzó un suspiro largo.

-¿A quién ya le echaste el ojo vos?-ambos lanzamos una carcajada llamando la atención de varios jugadores de la selección, aunque más del Kun. Susurré-aunque por como mira para acá, deduzco que es el Sergio.

-Diste en la tecla amigo, pero las cosas están mal ahora, creo que tendré que desistir en esto-me regalo media sonrisa y se retiró ni bien dimos con su piso, seguido de su compañero de habitación que parecía cabizbajo. Espero se arreglen.

Seguí el recorrido hacia mi habitación, no veía a Otamendi por ningún lado, seguramente ya estaba ahí dentro como siempre. Cuánta razón tenía, lo encontré abrazado a una almohada con sollozos de fondo. Era el colmo esto.

-Listo, ya me cansé. Mírame Nicolás-pedí con enojo en mi voz, él obedeció a regañadientes-¿Por qué lloras por un tipo que te hace mal? Explícame y que sea coherente.

-Porque lo amo, eso pasa-confesó con la mirada hacia la ventana-él me hizo creer que era correspondido pero ahora anda muy abrazado a Musso, tan verdad no era.

-¿Entonces? Olvídate que existe ese chico, hay muchas personas que te quieren de verdad y vos solos centras tu mundo alrededor de él como si fuese el sol-me senté en su cama, frente a él.

-Cómo si fuera fácil amigo, dale-se rió sin gracia-¿Cómo hago?

-Mira a tu entorno Nico, de verdad hay personas que mueren por verte feliz-volví a decir, tenía que decirle, era ahora o nunca.

-No digas boludeses hermano, ¿Quién querrá reparar este corazón roto? ¿Quién?-se recostó sobre el respaldo de su, por ahora, cama.

-Años, meses, días esperando a que te dieras cuenta vos mismo pero parece que no-negué con la cabeza, frustrado, me miro sin entender-vos mirabas a Emi con amor y cariño, me dolía ver como esa era tu felicidad y que estaba lejos de causar aquello. El que me dijeras que estabas por intentar algo con él fue como un puñal para mi pequeño pero noble corazón, nunca lo dije no quería arruinar nada. Mi amistad con vos fortaleció mucho durante este tiempo, quise mantenerlo porque sabía que era la única vía que me quedaba para estar cerca de ti ¿Suena loco, verdad? Luego paso lo que ya sabemos, te encerraste demasiado en tu mundo y no sabía cómo quitarte de allí, escucharte llorar y decirte que el amor no era lo tuyo me generaba tristeza. Me cansé de estar ocultándome y de verte así como estas ahora, perdóname si después de esto nuestra "relación" se torna incómoda, si es necesario me alejo pero con la condición de que vuelvas a ser el Otamendi que todo el mundo conoce, el juguetón, el chistoso y el que rompe los huevos todos los días de su vida, solamente eso.

-Papu...yo...no-lo interrumpí, todavía no había terminado de hablar.

-Ahórrate la típica frase de "Yo no siento lo mismo" porque eso ya lo sé. Pero todavía no terminé-suspiré, estaba jugado-no soy el Dibu ni tampoco la persona que merezcas, soy un desastre andante que por vos cambiaría. No tendrás ni un mínimo de amor por mí como si a Emiliano, lo comprendo, pero necesito que vuelvas a ser vos y quiero ser yo quien lo logre. Ota ¿Me dejarías demostrarte el lado bonito del amor?, ¿Me dejarías ser esa persona que genera tu sonrisa día a día?, ¿Me dejarías brindarte todo lo que siento por vos?

-¡Es un montón! ¿Ahora si puedo hablar?-preguntó a lo que asentí-bien, quiero pedirte perdón por no poder corresponderte justo en este momento, ame las palabras que me acabas de dedicar no dudes de eso, para mí es difícil aceptar que el Dibu ahora está en otra y que hace su vida con otro chico lejano a mi persona pero debo admitir que tienes razón, necesito olvidar lo que siento para poder seguir o comenzar algo lindo con vos. Papu, prométeme que nunca me vas a mentir y que serás totalmente sincero si te digo que sí.

-No tengo que prometer nada porque ya sabes que yo de mentir, cero-nos reímos-no, pero si te hace feliz eso, prometo contarte todo y nunca mentirte.

-Ahora sí, acepto entonces. No me defraudes-me acerqué y plante un beso en sus labios, con eso le hice saber que siempre estaré para él. 
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Comienza el pequeño maratón.
Espero les guste🤟
1/5

▪︎Miedo A Amar▪︎[Kun Agüero & Lautaro Martínez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora