Capítulo tres: Arriesgar.

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—¡Tengo una información que podría servirnos! —Exclamó Amanda al llegar a la comisaria, luego de pensar en eso toda la noche decidió hacerle caso a Dominick Carisi. Olivia confundida la observó acercándose a ella.
—¿De qué hablas Mandy? —Preguntó Olivia viendo como la rubia sacaba del bolsillo de su campera un pedazo de papel escrito— ¿Qué es eso?
—Es la dirección dónde podemos encontrar al culpable del caso que surgió ayer por robo y abuso.
—¿Dónde conseguiste eso?
—No importa, lo importante es que si vamos a este lugar vamos a poder solucionar el caso Liv. —Intentó sonar confiada, Olivia no podía sospechar absolutamente nada.
—¿Cómo estás tan segura?
—¡Confía en mí Liv! Por favor. —Exclamó Amanda y Olivia asintió suspirando— Vamos.
—Está bien.

Amanda dejó su cartera en su lugar, y mientras que Olivia se colocaba el abrigo miraba con atención a la rubia, la seguridad que se desprendía de esa mujer la sorprendía, nunca la había visto así, y le gustaba que poco a poco tuviera confianza en sí misma después de todo lo que había ocurrido en su vida. En su interior Amanda rogaba que estuviera haciendo lo indicado, y que no fuera una emboscada por parte de Carisi, no soportaría vivir con eso, no soportaría vivir con la idea de que había lastimado a Olivia y a sus compañeros por creer en quién no debía.

Mientras se dirigían al lugar en la patrulla Amanda miró a Olivia, y pudo notar que algo le ocurría.

—¿Está todo bien? —Indagó Amanda con preocupación y Olivia suspiró profundamente, mientras miraba hacia el frente— Sé que algo ocurre y quiero ayudarte.
—Esta todo bien Mandy, al menos eso creo. —Respondió la castaña, sabiendo que podía confiar plenamente en esa mujer, más allá de ser su compañera de trabajo era una amiga.
—Cuéntame.
—Ayer Santino se fue con Elliot a pasar el fin de semana. —Comenzó contándole Olivia, mientras frenaba en uno de los semáforos— y me cuesta mucho dejarlo ir con él, me cuesta mucho quedarme sola. La cabeza no es una buena compañera en estos casos.
—Te entiendo completamente, pero... ¿No crees que llegó el momento de volver a hablar con Elliot? ¿De acomodar esta situación por el bien de los tres?
—Supongo que estamos bien así, sé que a Santi le cuesta un poco más porque quisiera tener a sus papás juntos, pero no puedo explicarle que entre Elliot y yo las cosas están mal porque nos odiamos.
—Sabes que ese no es el camino Liv, a ti y a Elliot los unirá para siempre el niño, y en algún momento Santino preguntará por lo que ocurrió.
—Es que... ¡No hay nada que hablar Mandy! Todo fue un error producto de una apuesta y una borrachera.
—Pero te duele.
—No voy a negarlo, quisiera que mi realidad fuera otra. —El viaje continuó luego que el semáforo las habilitará a pasar— No me arrepiento para nada de mí hijo, creo que es lo más lindo que tengo en la vida, pero si me arrepiento de haberme involucrado con Elliot.

Amanda no dijo una sola palabra más, y aunque hubiera querido no podía ya que habían llegado al lugar que Carisi le había indicado. Creía estar loca a cada paso que daba ¿Quién en su sano juicio le creería a un ladrón con un largo prontuario delictivo? Olivia al bajarse de la patrulla tomó su arma en sus manos y dándole indicaciones a Amanda se acercaron a la casa, al parecer todo estaba despejado y sin rastros de alguna persona. Cada segundo que pasaba aumentaba los nervios de la rubia, quién comenzaba a decepcionarse de su pronta confianza hacia alguien que no la merecía. Suspirando profundamente miró a la castaña, Olivia sin esperar más tiró la puerta de una patada permitiéndoles ingresar y encontrar por supuesto a la persona que estaban buscando.

—¡Arriba las manos! —Gritó Olivia apuntando a aquel sujeto con su arma, el hombre insultando e intentando escapar se dio cuenta que no había nada que hacer, por ende, obedeció la orden de la castaña y Amanda que esperaba aquello se acercó con cuidado para poder esposarlo.
—Queda usted detenido por asalto a un banco y por un presunto abuso sexual a una menor de doce años, todo lo que diga usted aquí será usado en su contra. —Le informó la rubia al detenido, mientras que con Olivia salían rumbo a la patrulla. Una vez que subieron al acusado al coche la castaña volvió a mirar a su compañera con una sonrisa más tranquila, todo había salido bien.
—Buen trabajo Mandy.
—Gracias, Liv.

Mientras tanto, en la casa de Elliot él se dirigía con cuidado y suavidad a la habitación de Santino, quién dormía plácidamente luego de una noche de chocolates y películas. Arrodillándose al lado de la cama de su pequeño, acarició con las yemas de sus dedos su mejilla, su cabello ondulado susurrando a la par su nombre.

—Es hora de levantarse, mi amor. —Pronunció Elliot mientras besaba con dulzura la mejilla infantil. Santino refregó sus ojitos, aún le costaba despertarse.
—Tengo sueño papi.
—Pero ya es tarde hijo, recuerda que hoy iremos al parque a pasar el día, pero primeto tenemos que desayunar.
—¡Un ratito más! —Le pidió el niño volviéndose a acomodar en la cama, pero Elliot que ya había preparado el desayuno comenzó a hacerle cosquillas en la panza— ¡No papi! ¡Para! —Intentó frenarlo entre carcajadas— Ya por favor.
—Está bien. —Elliot riendo paró de hacerle cosquillas estirándole los brazos. Santino se acurrucó en el pecho de su papá como ya era costumbre, y él regó su cabeza de besos— Buenos días mi niño.
—Buenos días, papi.
—Ve a cambiarte y a lavarte la cara, el desayuno ya está listo.
—Está bien.

Luego de salir de la cama el pequeño se dirigió al baño, al verlo marchar Elliot mordió sus labios y sonrió, volvía a confirmar que, sin dudas su hijo con su dulzura era capaz de atrapar a todos, y particularmente a él lo tenía rendido a sus pies. Una vez que todo estuvo listo minutos después comenzaron a desayunar mientras charlaban de trivialidades, ese sábado Elliot no tenía que ir a trabajar al menos que surgiera un caso de último momento, por ende, planeaba pasar ese sábado con su niño y disfrutarlo al máximo, cosa que hacía cada vez que tenía la posibilidad.

Para Elliot perderse en aquella mirada infantil significaba navegar por un mar de recuerdos que no quería, porque siempre estaría Olivia allí, siempre su imagen se clavaría en su mente y lo que menos deseaba era pensarla, pero al parecer era inevitable, de manera idiota habían unido sus vidas, y si bien la recompensa había sido muy buena los errores del pasado se pagan caro.

(Flashback)

—Quién iba a decir que nuestros apellidos estarían unidos alguna vez eh. —Pronunció él, luego de anotar al bebé en el registro había decidido visitar a Olivia con el objetivo de estar con su hijo un rato.
—Por desgracia. —Susurró ella mientras veía a Santi dormir plácidamente en los brazos de su papá.
—Sé que no soy la persona que soñaste para esto y que lo que menos quieres es tenerme cerca, pero vamos a tener que llevarnos bien por él. —Afirmó Elliot mientras arrullaba al pequeño bebé, quién parecía no enterarse de la tensión que había en la habitación de aquella clínica mientras disfrutaba de un placentero sueño y de los brazos de su papá.
—Lo sé. —Olivia suspiró profundamente y él la miró.
—Mi interés pasa únicamente por Santino, Olivia. No espero ser tu marido, ni tu mejor amigo. Mi prioridad será el bebé, nada más.

(Fin flashback)

Era inevitable para él no pensar por un instante en cómo hubiera seguido su vida si esa noche no hubiera existido, si esa apuesta no se hubiera hecho, si la noche de sexo salvaje que había tenido con Olivia no se hubiera concretado. Era inevitable no desear que eso no hubiera pasado, pero sabía que el tiempo no iba a retroceder y aunque, amaba ser papá de Santino cada día le costaba más.

—Listo papi. —Susurró Santino apareciendo en la cocina ya cambiado y peinado, si había algo que el niño había heredado de su madre era el ser coqueto y muy detallista con todo lo que se ponía y como se arreglaba.
—Estas muy lindo eh. —Elogió Elliot a su pequeño, y él sonriendo tiernamente se acercó a besar su mejilla— Te amo hijo.
—Y yo a ti, papi.
—Ven, vamos a desayunar así nos marchamos hacia el parque.  

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¡Nuevo capítulo! Espero que les guste y poco a poco irán conociendo más de esta historia, e incluso vendrá el flashback que piden ❤ GRACIAS SIEMPRE ❤

Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora