Capítulo veintiocho: Animarse

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¡Hola a todos! Agradezco la compañía, el apoyo, cada voto y cada comentario. Me llenan el alma de verdad. Perdón que no estoy actualizando seguido, al estar trabajando y haciendo una cursada de verano al mismo tiempo, los tiempos y la disponibilidad para escribir es menor, pero espero que sigan aquí, acompañándome. 

Sin mas... ¡Espero que les guste! 

✍✍✍✍✍✍

(Flashback)

—¿Qué crees que debo hacer? —Indagó Amanda suspirando profundamente, necesitaba en ese momento un consejo de Olivia, alguna palabra que la impulsará a tomar la decisión indicada.
—¿Tú lo amas?
—Con toda mi alma.
—¿Crees que él es el amor de tu vida?
—Sí.
—Entonces ve y demuéstraselo. —Respondió la castaña con una sonrisa mientras sujetaba las manos de su amiga, sabía que eso era lo correcto— Si realmente Carisi es el amor de tu vida como lo sientes en tu corazón búscalo y hablen, todo tiene solución y más si hay amor de por medio.
—Eso haré. —Añadió entusiasmada Amanda besando la mejilla de Olivia— ¿Puedo ir ahora?
—Sí no lo haces yo misma te obligaré, dalo por hecho.

(Fin del flashback)

Amanda manejaba motivaba rumbo a la casa de Carisi. Había llegado el momento de pronunciarle su verdad, de luchar por su amor y de por fin, ser libres para amarse como tanto lo habían soñado. Durante el trayecto intentaba respirar hondo mientras luchaba contra su ansiedad y sus nervios, a decir verdad, tenía miedo que él la rechazará y que no quisiera verla más, pero Olivia tenía razón, si había amor de por medio todo tenía solución.

Al llegar a la casa de Sonny estacionó el coche enfrente, y mientras tomaba sus cosas decidió fijarse su reflejo en el espejo retrovisor, respiró profundo y como si fuera aquello la mejor travesura de su vida se dirigió rumbo a la puerta, y con una emoción que comenzaba a nacer en su interior tocó el timbre. Sus piernas temblaban y su corazón latía a un ritmo más rápido que el normal. Se sentía una adolescente dispuesta a pelear por su amor, y en ese instante quiso reír, nunca le había sucedido algo así, nunca se había sentido tan fuerte ni tan dispuesta, nunca se había enamorado de tal forma.

En cuestión de segundos la puerta se abrió dejando ver a un Carisi completamente sorprendido por la presencia de Amanda en ese lugar, pensó que no volvería a verla, que Amanda elegiría alejarse de él para siempre, pero sin embargo ahí estaba ella frente suyo penetrando sus pupilas en las de él buscando un motivo que le diera impulso a seguir adelante, pero lo único que encontró fue desconcierto y sorpresa.

—¿Qué haces aquí Amanda? —Indagó Sonny rascando su nuca, intentando encontrarle un sentido a su visita, después de lo que había ocurrido.
—¿Podemos hablar?
—¿De qué?
—Sabes que tenemos una conversación pendiente, por favor.
—Entra.

-

Mientras tanto, en la comisaria Olivia se preparaba para volver a su casa. Después de un largo día en el trabajo lo único que deseaba era llegar a su hogar y acobijarse al lado de su hijo, y pensar en lo que vendría, en las decisiones que debía tomar a partir de ahora. La charla con Amanda le había servido y le había inyectado muchas certezas, y esperanzas. Quizá todo podría salir bien si ella se animaba, y aunque se muriera de miedo quería intentarlo, necesitaba arriesgarse.

Luego de tomar su cartera recogió aquella flor que habían dejado sobre su escritorio como de costumbre, pero aquella vez el regalo no traía una nota, un detalle que la sorprendió y le generó más dudas... ¿Aquel presente se lo había dejado la misma persona? Ya tendría tiempo de pensar en eso.

Olivia caminó hacía la puerta y al salir de su oficina se encontró con aquellos ojos azules y aquella sonrisa que la había enamorado, la presencia de Elliot sin dudas la tomó por sorpresa.

—¡Elliot! ¿Qué haces aquí?
—Lindas flores. —Respondió él con una sonrisa mientras miraba el ramo. Olivia asintió y suspiró dudando de si contarle sus miles de interrogantes con respecto al tema o no.
—Gracias.
—¿Ya te vas a casa? —Preguntó Elliot y Olivia asintió con la cabeza— ¿Podemos hablar?
—Sí, claro. ¿Paso algo?
—Nada grave, creo. Quisiera que, cuando estés sola, leas esto. —Le entregó un papel perfectamente doblado. Olivia lo miró y tomó aquello entre sus manos— Sería importante para mí.
—Está bien, lo hare.
—Gracias, Liv. Am... ¿Te llevo?
—Bueno, pero primero tenemos que ir a la casa de tu mamá a buscar a Santino.
—Está bien.

Ambos salieron de la comisaría charlando amenamente, intentando esquivar el caso que habían tenido que compartir durante la mañana. Había sido sin duda algo estresante, y en ese momento lo único que necesitaban era relajarse y olvidar todas las cuestiones laborales al menos por esa noche.

—¿Pudiste hablar con Amanda?
—Sí, en verdad nos hemos reconciliado así que, eso me deja más tranquila. —Respondió Olivia con una sonrisa y Elliot también sonrió conforme por ello.
—Me alegra, en verdad. —Antes de subirse al auto la observó con una sonrisa, Olivia agachó su mirada ruborizada— ¿Estás más tranquila?
—Sí, creo que poco a poco todo se va acomodando ¿No crees?
—Pienso lo mismo.

Una vez que se subieron al auto el viaje comenzó y la charla continuó en compañía de la música. Los dos comprobaban con el paso del tiempo lo bien que se llevaban y cuántas cosas tenían en común, más allá del gran amor que sentían por Santino compartían un humor negro que disfrutaban, el gusto por los mismos grupos musicales, el mismo pensamiento acerca de diversos temas, entre tantas otras cosas.

—¿Falta algo para el cumpleaños del enano? —Indagó Elliot mientras fijaba su mirada en la carretera, Olivia asintió.
—Tengo que ir a comprarle el disfraz que tanto me pidió y ultimar algunos detalles en la comida.
—Lo veo muy emocionado, y eso me pone contento, creo que va a tener todo lo que quiere para su día.
—Siento lo mismo, ayer me dijo que estaba contando los días, así que me contagia la ansiedad y el entusiasmo.
—¿Puedo hacer algo Liv?
—¿Qué cosa?

Aprovechando que el semáforo estaba en rojo Elliot apoyó sus manos en las mejillas femeninas y acercándose lentamente hacía ella la besó dulcemente inspeccionando la carnosidad de aquella piel que lo enloquecía. Olivia suspiró en sus labios y continuó besándolo, disfrutando de ese contacto tan cercano que, a decir verdad, le encantaba.

Cuando se alejaron él le sonrió y volvió a centrar su mirada en la carretera.

—Creo que podría acostumbrarme muy rápido a besarte cuando lo desee. —Pronunció Elliot con esa sonrisa tan característica, y Olivia río.
—Creo que yo también. —Confesó entre risas dejando un tierno beso en su mejilla.
—Eres adictiva, no voy a negarlo.
—¿Ah sí? Tú también lo eres. Am... ¿Quieres quedarte a cenar?
—¿Es una propuesta indecente señorita Benson? —Indagó Elliot arqueando su ceja y Olivia le golpeó suavemente el hombro.
—¡Dale tonto!
—Está bien. 

✍✍✍✍✍

Me derriten este par. A prepararse que se vienen muuuuuuuuuuuuuuuchas cosas ❤

Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora