Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.

Capítulo treinta y tres: Feliz cumpleaños.

¡Holi! Nuevo capítulo, espero que les guste❤

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El tiempo pasa irremediablemente, y con ello muchos momentos marcan nuestra vida, y por supuesto escriben nuestra historia. Frenar el paso de los días es inevitable, y por ende, no queda otra que adaptarnos a esa velocidad temporal que, a veces, nos atropella.

Aquel mediodía, Santino corría feliz en el patio de la casa de Olivia. Con su disfraz de Spiderman y una gran sonrisa cautivaba a todos los invitados, que con gran alegría festejaban el cumpleaños número seis de ese niño que adoraban con su corazón. Mientras el pequeño Stabler Benson jugaba con Fin y con Amanda en el patio Olivia y Elliot se habían dedicado a terminar de ultimar los detalles para servir los platos.

—Creo que hoy estoy más nostálgico que nunca. —Pronunció Elliot con una sonrisa mientras acomodaba los sándwiches en unos platos. Olivia lo miró y río.
—No voy a negar que yo también lo estoy, no puedo creer que mi bebé esté cumpliendo seis años.
—Paso demasiado rápido el tiempo ¿No crees?
—Así es, lo que más importa en este momento es la felicidad que Santi tiene.
—¿Y tú? —Indagó Elliot arqueando su ceja y Olivia lo miró confundida— ¿Eres feliz?
—Por primera vez puedo decir con sinceridad que sí. —Respondió ella con una sonrisa y él dejó un tierno beso en sus labios— Te amo.
—Te amo, linda.
—¡Elliot! Se están desarmando los sándwiches, así como los acomodaste. —Lo retó Olivia al ver los platos y Elliot río intentando acomodarlos otra vez.
—Perdón, perdón estaba mirando otra cosa. —Él mordió su labio inferior mirando la anatomía de Olivia con deseo y ella golpeó suavemente su hombro.
—Vete antes de que te mate, Stabler.
—Ya me fui. —Riendo el hombre se marchó con los platos rumbo a las mesas del patio.

Una vez que Elliot dejó los platos volvió a la cocina en busca de las bebidas y por supuesto, aprovechando aquella situación le robaba varios besos a Olivia. Eran pocos los momentos que podían besarse, acariciarse o incluso hacer el amor ya que, aún no le decían a Santino la noticia del noviazgo, por ende, el tiempo y la libertad eran muchísimo menos, pero a ninguno de los dos les importaba siempre y cuando pudieran tener esos dos ingredientes a disposición cuando lo necesitarán.

Las charlas se multiplicaron al momento del almuerzo, la variedad de temas era interesantes y más de una vez rieron por determinadas ocurrencias que salían en el momento, sin duda la estaban pasando increíble y la sonrisa que portaba Santino era fiel prueba de ello que, sentado sobre las piernas de Fin disfrutaba de su familia y de sus amigos.

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Mientras tanto, en la casa de Carisi el almuerzo había terminado y mientras acomodaban lo que habían utilizado Sonny y Abril continuaban el tema de conversación que habían iniciado durante la comida.

—¿Mañana me toca ir al médico papi?
—No princesa, el día martes debes ir a control. —Pronunció Carisi mientras le ayudaba a la niña a guardar lo que iba secando— ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame al doctor? —Indagó preocupado y la pequeña negó con su cabeza.
—No, estoy bien papi. ¿Amanda vendrá hoy?
—No lo sé hermosa, estaba ocupada hoy, pero sabes que si ella puede viene.
—La extraño mucho. —Confesó sin dudas Abril mientras secaba un vaso. Carisi suspiró compartiendo el mismo sentimiento de la niña.
—Yo también la extraño hermosa, pero verás que el tiempo pasará rápido y la veremos prontito.
—Está bien. Papi ¿Puedo hacerte otra pregunta?
—Sí, hermosa. Claro que puedes.
—¿Cuándo podré ir a la escuela?
—Eso es algo que hablaremos con el pediatra ¿Sí? Recuerda que es todo nuevo mi amor, y lo más importante es hacer cosas que cuiden tu salud. ¿Entiendes?
—Sí, papi. —Lo abrazó fuertemente aferrándose a su papá, ahora que podía disfrutar de él cuanto quisiera no deseaba despejarse de Sonny un segundo— Te amo.
—Y yo a ti, mi princesita soñada.

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En el cumpleaños de Santino todo marchaba excelente y aprovechando que Amanda se encontraba sola sentada en uno de los rincones del patio y que tenían bastante privacidad Olivia se acercó con toda la intención de charlar con su mejor amiga.

—Te noto mucho mejor y eso me pone tan contenta. —Pronunció la castaña con una sonrisa y sentándose a su lado pudo ver a Amanda sonreír.
—Lo estoy, Liv.
—¿Pudiste arreglar las cosas con Carisi? —Indagó la mayor y luego bebió un sorbo de jugo. La rubia asintió— Que bueno.
—Hemos hablado y ahora estamos bien, incluso a Abril le dieron el alta, así que tengo motivos para estar feliz.
—¿Abril? —Preguntó Olivia arqueando su ceja confundida, y Amanda río por su cara— ¿Quién es Abril?
—La hija de Carisi, tiene cáncer y después de muchos meses internada le dieron el alta hace unos días, así que ahora tiene que seguir un tratamiento de manera ambulatoria.
—Eso es una muy buena noticia, Mandy.
—Sí, aunque hay un problema. —Suspiró ella sumamente preocupada. Olivia tomó su mano dispuesta a oírla.
—¿Cuál es ese problema?
—Sonny no tiene trabajo, por eso robaba, porque no tenía el dinero suficiente para mantener los costos del tratamiento y de la internación. —Le confesó Amanda en completa confianza, sabía que quizás Olivia podría ayudarla— Pero ahora, no quiere volver a eso, así que empezamos entre los dos a buscarle un trabajo, y la realidad es que no hay nada.
—Lo entiendo, y tranquila verás que encontrarán una solución. Y en lo que pueda ayudar, cuentas conmigo.
—Gracias, Liv. —Sonrió la rubia abrazando fuertemente a Olivia, sabía que quizá le costaba aceptar esa situación, pero adoraba que ofreciera su ayuda— Ahora sí, quiero saber cómo te sientes tú, te he visto más feliz que de costumbre y me alegra en verdad.
—Si te contará amiga, creo que me tirarías de cabeza a la pileta por demorar demasiado. —Bromeó Olivia y ambas rieron.
—Te escucho.

Y ese fue el pie que le permitió a Olivia contarle las buenas nuevas a su mejor amiga, Amanda al oírla se puso muy contenta, viendo un gran futuro en esa pareja que lo tenía todo para ser feliz y para amarse con todo su corazón.