Aprendiendo a amarte|| Bensler - Rollisi.

Capítulo treinta: Te siento.

¡Holi! En el capítulo anterior les adelanté de que se prepararan para este capítulo, y de verdad, me pone contenta que ya puedan leerlo, y espero que les guste tanto como a mí. ❤

"Querida Liv:

Hace días que busco las palabras indicadas para expresar lo que siento, pero llegué a la conclusión de que no hay palabras correctas o exactas cuando uno quiere expresar lo que siente ¿No? Es por eso que decido sincerarme, pero, sobre todo, decido dejar fluir mi corazón. Desde que decidiste abrir tu corazón, y decidiste hacerme parte de tu verdad, de los sentimientos que atravesaban tu corazón mi cabeza no deja de pensar, ni un maldito segundo. Y, por eso creo que llegó el momento de hacerte parte de mi verdad, de contarte lo que pasa por mi corazón con respecto a ti, con respecto a Santino, con respecto a nosotros. Desde que te conocí intenté esquivar todo tipo de sentimiento que me uniera a ti, y no había una razón puntual para eso, simplemente era lo que fluía en mi interior en ese momento. Y era tanto el esfuerzo, que no pude darme cuenta de que mi corazón latía por una razón, esa razón eras tú y que mis pensamientos llevaban un nombre tatuado, y ese nombre era el tuyo.

Con el tiempo intenté olvidarlo, seguir con mi vida como si nada hubiera pasado, como si tú no existieras, pero el destino ya estaba escrito, e inevitablemente todo aquello que quise evitar golpeó mi vida instalándote en mi mente, y en mi corazón. Y aunque intenté olvidarlo otra vez y volver a mi rutina estúpida y monótona la llegada de Santino fue el giro que necesitaba para poner los pies sobre la tierra, y para empezar a valorar lo que realmente importa. Y fue ahí, donde no supe que hacer, donde me sentí perdido de verdad, donde tuve que dejar de mirar para un costado y donde tuve que empezar a priorizar distintas cosas, una de ellas fuiste tú.

Pero...

Más allá de todo cuando pienso en todo lo que paso también me siento un egoísta cuando veo el tiempo que perdí por no asumir mis sentimientos. Me siento un egoísta cuando recuerdo las lágrimas amargas de Santino y las preguntas que rompían mi corazón. Me siento un egoísta cuando veo tu mirada y me doy cuenta que tú eres mi lugar y que, por no reconocerlo, me perdí más de una vez, me siento un terrible idiota cuando recuerdo aquellas peleas donde las discusiones nos hirieron más de una vez.

Pero ahora, ahora que tengo la oportunidad de remediar parte (o todo lo que pueda) de eso, y de iniciar otra vez necesito tomar ese camino y transitarlo contigo, de tu mano. Necesito por primera vez oír mi corazón y hacerle caso a lo que siento, y eso se resume a una idea clara: que estoy locamente enamorado de ti, y que te amo como jamás pensé amar a nadie. Y esa es parte de mi verdad, te amo con todo mi corazón, te amo sin remordimientos, sin ataduras, TE AMO porque sé que eres tú la mujer que siempre esperé, porque sé que estoy tomando una buena decisión y porque sé que estamos hechos el uno para el otro. Porque sé que eres tú esa primavera que me da calorcito y alegría, porque sé que eres tú esas flores que le dan perfume a cada día. Y por qué sé que tú eres ese deseo que le pedía a las estrellas cuando era tan solo un niño desde la ventana de mi habitación.

Y después de darte las pistas y de decirte lo que atraviesa mi corazón deseo revelarte la otra parte de mi verdad, yo era el que te dejaba las flores en tu escritorio, el que firmaba las notas con una E y con una estrella, el que quiso conquistarte de esa manera, y que desea espera con todo su corazón haberlo logrado. Por eso...

Olivia Margaret Benson... ¿Aceptas ser mi novia?

Con amor, Elliot."

La voz de Olivia se iba quebrando a medida que iba leyendo la carta, y sus ojos inevitablemente se llenaron de lágrimas. Una vez que terminó levantó su cabeza y miró a Elliot, quién con una tímida sonrisa no dejaba de admirarla, de observarla y por supuesto... esperando una respuesta de su parte a una de las preguntas más importantes y esperadas por ella, por él.