𝙳𝚊𝚍𝚍𝚢'𝚜 𝚁𝚘𝚘𝚖 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

Capítulo ღ III

—Eso ha sido todo por hoy. ¿Tienen alguna duda o comentario sobre el proyecto que deben entregar este fin de semana? — preguntó el profesor y eso hizo que mi excitación se fuera hasta el subterráneo.

Maldita sea. ¿Por qué no se quedó callado un poco más mientras me imaginaba ser la pareja oficial de Chris?

Un chico le hizo algunas preguntas al profesor, así que, aproveché para enviarle un mensaje a Chris antes de que finalizara la trasmisión diciéndole que lo amo demasiado y que debería ser mi esposo para toda la vida. 

La vida es tan injusta al hacerme caer enamorado de un hombre que nunca me encontraré en persona pues él no vive aquí, es extranjero y eso me hace perder por completo las esperanzas de conocerle.

El profesor salió del aula después de despedirse y de pronto apareció mi mejor amigo frente a mí.

—¿Qué...?

—¿Sigues pensando en que, contraerás matrimonio con ese hombre desconocido que te pone caliente con tan solo ver sus pectorales? — se burló Changbin, mi mejor amigo tras interrumpirme.

—No te debí de haber contado...

Realmente no me interesa lo que otros piensen respecto a mis peculiares gustos, pero será mejor mantenerlo oculto para evitar futuros problemas al momento de defender al hombre llamado Chris pues no dejaré que nadie se burle de él mientras yo esté presente.

—Corrección: Si tan solo no hubiera tomado tu celular sin permiso, no sabría sobre ese hombre.

—Vete al demonio.

—Me sorprende tu falta de educación— arrugó la nariz y a modo de respuesta le mostré ambos dedos medios. —Por cierto, ¿qué harás esta noche?

—Dormir. ¿Qué más haría?

—Claramente vas a ver Da...— coloqué la palma de mi mano sobre su boca para evitar que lo dijera en voz alta. Realmente no deseo que mis compañeros tengan conocimiento sobre ello porque sería como firmar mi propia sentencia de muerte ya que no tardarían en burlarse acerca de mi enamoramiento estúpido.

—¿No quieres un micrófono para que te escuchen hasta la cafetería? — me quejé mientras lo dejaba en libertad.

—No, gracias. Te quería invitar esta noche a un antro que acaba de abrir...

—Yo paso.

—¡Minho! No seas aburrido— me reprendió. —Vamos. ¿Sí? ¡Por favor!

—¿Por qué quieres que vaya...?

—Una compañera me dijo que, si tú vas, ella llevará a la chica que me gusta. ¿No te gustaría ser mi cupido?

—Claro que no.

—Minho...

He conocido a Seo Changbin desde hace cinco años atrás y puedo asegurar que, nunca me pedirá ayuda o algún favor a menos que realmente lo necesite o lo desee, es por ese motivo que, no pude fingir que no me interesa su estado actual y su gran necesidad de acercarse a la chica que le gusta, es por ello que, acepté a regañadientes sabiendo que, nada saldría bien durante esta noche.