Capítulo ღ XIII

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Después de anunciar mi llegada, entré al aula y caminé hacia uno de los bancos que se encuentran al frente, sin embargo, el profesor Bang me ordenó—: Quédate de pie.

Acaté su orden sin rechistar y miré con atención al hombre que ha cerrado la puerta con seguro y después se acercó a paso lento hacia mí.

—Estudiante Lee, ¿recuerda lo que hago en los vídeos?

Tras tragar en seco, respondí—: Sí.

—Entonces, recuerda que me gusta tener el control sobre todo lo que me rodea, incluyendo a las personas. ¿Cierto?

—Cierto.

—Hubo una trasmisión en la que dejé muy en claro que, me gusta hacer uso de juguetes para lograr envolver en placer a mi acompañante. ¿Lo recuerda, estudiante Lee?

—Lo recuerdo perfectamente, profesor Bang— le aseguré.

—En ese caso, está demás hacerle recitar que, me gusta dominar y me encantan las personas sumisas, sin embargo, me veo en la necesidad de dudar respecto a mis próximos movimientos con usted, estudiante Lee— dijo con tono serio mientras paseaba su dedo índice por todo mi rostro.

—¿Por qué dice eso...? — un agudo golpe en mi trasero resonó por la silenciosa aula y eso logró sorprenderme por completo pues no puedo negar que me gustó.

—Hablarás cuando yo te lo ordene— dijo con tono serio que me erizó la piel por completo. Simplemente asentí con la cabeza a modo de respuesta pues no sé qué más hacer en estos tensos y excitantes momentos en los que estoy descubriendo mis deseos y preferencias más oscuras. —No puedes evitar quedarte callado. Es por ello que, tengo que pensar bien las cosas antes de continuar con esto. Ahora, dime, ¿podrías acatar cada una de mis órdenes, reglas y acuerdos?

—Me gustaría saber qué tipo de relación...

—Es una relación que no será dulce, ni mucho menos llena de amor y esas cosas. Lo de nosotros solo será sexo y diversión. ¿Lo entiendes?

Una parte de mí desea tener dulzura y amor, sin embargo, la contraparte desea tener solo sexo y diversión.

—Lo entiendo.

—Entonces, ¿puedes seguir mi ritmo?

—Puedo hacerlo— aseguré sin saber exactamente en donde me estaba metiendo. —Por cierto, ¿debo llamarle amo y esas cosas? — pregunté con obvia curiosidad que está envuelta en inocencia pura que me hace quedar como un completo estúpido frente al hombre varonil y experto que sonrió tan pronto escuchó mi pregunta.

—Por ahora llámame profesor Bang.

—Entendido, profesor Bang.

—Ven aquí, Minho— acaté su orden sin pensarlo dos veces y me posé frente él. Bang me tomó de la cadera y llevó sus sedosos labios a mi cuello para lamer y chupar un poco el área y no pude evitar soltar un gemido ante el deseo que hizo acto de presencia.

𝙳𝚊𝚍𝚍𝚢'𝚜 𝚁𝚘𝚘𝚖 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora