Capítulo ღ XXVI

1.8K 213 0
                                    

No puedo negar que me sentí demasiado celoso cuando me encontré con Chris en la sala de estar junto con ese chico apuesto que parce un modelo de una marca reconocida. No hay duda de que, el pelinegro está rodeado de chicos guapos todo el tiempo y no tengo oportunidad de convertirme en algo más que una diversión, así que, lo mejor será disfrutar al máximo durante este tiempo.

Quizá es por el hecho de que no tengo experiencia en el amor, ni mucho menos en el sexo y es por ello que, he caído enamorado por completo del hombre que tengo frente a mí o al menos, me intento convencer de que es a causa de eso cuando realmente no es verdad.

Decidí tomar la delantera para iniciar con una deliciosa sesión de sexo que sea de ayuda para olvidar las tonterías sin sentido que están bombardeándome. Llevé mis labios a los de Christopher y lo besé con pasión, el pelinegro no dudó en tomarme con fuerza de la cadera para acercarme a él.

Chris me cargó y me llevó hasta su habitación, me lanzó a la cama después de quitarme la camisa para dejar libre acceso a mi cuerpo desnudo. Nuestros labios se volvieron a encontrar y Chris profundizó el beso e inició con una competencia de lenguas que me hizo sentir tan hambriento.

No pude evitar deslizar mis manos hasta rodear a Chris. La necesidad de tenerlo dentro de mí aumentó en un cien por cierto y separé mi boca de la suya para exigir—: Profesor Bang, lo quiero dentro de mí. Ahora mismo.

—Me gusta este lado tuyo— admitió el pelinegro mientras se desvestía lentamente.

Las manos de Chris ahuecaron mi cara y me atrajo hacia él. Un beso ligero se trasformó en un mordisco suave que me hizo suspirar. Chris se retiró y dejó a su pulgar encontrar mi labio inferior mojado a causa del puente de saliva que se formó tras finalizar con el beso.

Las manos del pelinegro bajaron por mi cara, hacia mi pecho y caderas.

—Te haré mío— susurró contra mis labios. Sus manos se deslizaron sobre mi cuerpo sin vergüenza alguna. Se inclinó y su lengua rodeó uno de mis pezones.

—¿Te gusta esto? — Chris chupó el otro pezón.

—Sí... me encanta— respondí entre jadeos.

La lengua del pelinegro rodeó el pezón endurecido, otra vez, antes de alejarse. Tirando de mis caderas me acercó hasta él y nuestros cuerpos se convirtieron en uno mismo desde el hombro hasta la ingle; Chris lamió mi curva del cuello y no pude evitar frotar mi miembro contra el suyo y esto envió un ardiente calor por todo mi cuerpo.

—Te sientes tan bien— Chris mordisqueó el músculo de mi hombro mientras apretaba mi trasero.

Si Chris continúa hablándome así, me voy a correr en cualquier segundo y eso, arruinará el ardiente momento que estoy viviendo al lado de mi crush.

𝙳𝚊𝚍𝚍𝚢'𝚜 𝚁𝚘𝚘𝚖 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Where stories live. Discover now