Capítulo ღ XXV

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Fui recostado en una cómoda cama, después mi ropa se fue volando y no dudé ni un solo segundo en caer dormido tan pronto un aroma tan familiar me inundó por completo.

Christopher salió de su habitación y miró hacia un hombre que se encontraba mirándolo con una sonrisa burlona que no pudo pasar por alto.

—¿Ese es tu nuevo juguete? — preguntó con tono burlón el hombre de cabello morado.

—No. Minho no es un juguete.

—¿Entonces? Recuerdo perfectamente que, desde que entraste al mundo del BDSM te dejaste de interesar en parejas que estuvieran en contra de tus peculiares prácticas sexuales.

—Tienes razón, sin embargo, las cosas son diferentes...

—¿Diferentes en que aspecto?

—No sé cómo explicarlo.

—Christopher, es un chiquillo de diecinueve años...

—Veinte— le corrigió el pelinegro.

—Como sea— dijo Felix —Es muy joven para que lo induzcas en este mundo tan perverso. ¿No lo crees?

—Él tomará la decisión sobre si desea entrar o no.

—Solo espero que, no arruines a ese pequeñín que le falta mucho por vivir.

—No hay mucha diferencia de edad entre nosotros...

—¿Ocho años no es mucha diferencia? Quizá en años no, pero en experiencia sí. Piensa bien lo que harás con ese chiquillo.

—Lo sé. No tienes por qué tomar el papel del hermano mayor cuando es al revés.

—Sabes que lo hago porque a veces pierdes la cabeza— se rio.

Felix es su hermano menor y no lo cambiaría por nada en el mundo pues lo ama demasiado y siempre ha estado su lado; su relación es tan magnifica que todos la envidian pues a pesar de tener diferentes madres, nunca tuvieron problemas o sintieron envidia.

—Me conoces tan bien.

—Es correcto. Por cierto, tengo que hablar contigo sobre algunas cosas del trabajo, sin embargo, creo que no es un buen momento.

—¿Por qué lo dices?

Felix señaló con su mano hacia el pasillo y miró hacia donde le había sido señalado. Christopher se levantó rápidamente del sillón y caminó hacia Minho que se encuentra vistiendo solamente una camisa blanca de botones sin nada debajo.

—Minho, ¿no estabas dormido?

—No...

—Chris, será mejor que los deje solos— dijo Felix mientras caminaba hacia la puerta. Antes de salir, gritó—: ¡Nos veremos después, querido!

—Necesito volver a casa— sentenció Minho sin despegar la mirada del suelo.

—¿Te sientes mal?

—No. Solo quiero volver a casa.

—Tu ropa está hecha un desastre, ¿cómo volverás con eso puesto?

De pronto, Minho se encontró con la mirada de Chris y preguntó con tono serio—: ¿Te gustaría tener sexo conmigo ahora mismo?

𝙳𝚊𝚍𝚍𝚢'𝚜 𝚁𝚘𝚘𝚖 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora