Capítulo ღ IV

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Acepté ser acompañante de Changbin en un momento de debilidad y ahora me arrepiento por completo de ello.

Sinceramente, detesto demasiado los lugares que son muy concurridos, las luces que me ciegan por completo, la música que sobrepasa mis límites de audición y el inconfundible olor a alcohol y cigarro que me marea demasiado; lo peor es cuando todo eso se une y logra hacerme perder los estribos por completo.

¿Debería de irme antes de que me desmaye a causa de una conmoción cerebral? No debería ser tan exagerado, pero realmente me quiero ir.

—Hola. Tu eres Lee Minho, ¿cierto? — miré hacia la bonita chica de cabello rosa y sonreí por educación dado que, no es lo que deseo en una pareja. Claramente, ella carece de todo lo que yo deseo, como, por ejemplo: brazos fuertes y cubiertos por venas que me hacen perder la cabeza por completo.

—Hola. Sí, yo soy Minho.

La educación no está peleada con mis preferencias, es por ello que, debo ser amigable y agradable con las personas que lo merecen.

—¿Puedo sentarme aquí?

—Por supuesto— sonreí en un intento de hacerle sentir menos nerviosa y parece que he logrado un efecto opuesto al que deseaba pues la chica se sonrojó por completo y su bebida cayó al suelo tan pronto mi mano tocó la suya por accidente. 

—¡Lo lamento tanto! — chilló tan pronto se percató de que gran parte del líquido había caído sobre mí camisa.

—No hay problema. Iré a traerte otra bebida. ¿De acuerdo?

—Sí, gracias— logró responder después de armarse de valor.

Me levanté de la silla y caminé hasta la barra de bebidas pues no iba a convertirme en un patán por no darle otra bebida a la chica ya que, fue mi culpa que ella haya entrado en pánico al sentir mi toque.

—¿Qué deseas tomar? — me preguntó el barman.

—Una cerveza.

La chica estaba tomando eso, ¿cierto?

—En seguida.

El hombre se fue por la cerveza y decidí echar una mirada alrededor con el objetivo de alejar el aburrimiento, sin embargo, me es imposible sentirme cómodo ya que, el pantalón se ha vuelto pegajoso a causa del líquido que se derramó sobre mí. 

—Lino— mi amigo apareció frente a mí con una enorme sonrisa en su rostro que no pude procesar con facilidad pues él suele hacer uso de su cara de póker la mayor parte del tiempo.

—¿Qué pasa?

—¡La chica que se sentó contigo es la que me gusta!

—En ese caso... — tomé la cerveza que me fue entregada por el barman y la extendí hacia Binnie mientras agregaba—: Debes de llevársela tú. Es una excelente oportunidad para acercarte a ella. ¿No lo crees?

—¡Tienes razón! — sonrió, de nuevo. —Iré a darle la cerveza. ¡Deséame suerte!

—¡Suerte, amigo! — grité a todo pulmón en un intento de que Binnie lograra escucharme.

𝙳𝚊𝚍𝚍𝚢'𝚜 𝚁𝚘𝚘𝚖 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Where stories live. Discover now