Gran show 2.

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Orión caminaba de un lado a otro, llevaba un gran disfraz de pavo todo de color café y con las plumas coloridas largas en la cola, sus manitos estaban enfundadas en las alas del gran disfraz. Su mami pasó y horas cosiendo su disfraz y el de sus hermanitos porque a pesar de que la escuela tenía los disfraces había que hacerle algunos arreglos y el era un buen niño, apoyaba el esfuerzo de su madre, de todos por esta gran actuación.

Lo que Orión no soportaba y ponía ansioso era otra cosa.

—¡Esta tan gordo como el pavo que cenaremos en casa! —Escuchó la burla de Bryce y el querría decir que no era cierto, sin embargo se miraba su cuerpo dándole la razón al castaño.

Orión se toco su pancita con un dedo hundiendolo comenzando a creer que ser el pavo no había sido la mejor opción, al principio estuvo tan feliz de serlo porque era un papel importante en el show.

Levantó la cabeza cuando escucho un quejido de Bryce posteriormente su llanto, miro hacia él encontrándose con la mirada enfurecida de Artemisa quien se encontraba vestida de nativa americana.

—¡No vuelvas a decir eso de Orión! —Regañaba ella cruzando sus bracitos.

—Si, aléjate de nuestro hermano —Apoyo Tritón cruzando los brazos y viendo desafiante a Bryce, aunque el chico fuera un año mayor que él.

—Sólo digo la verdad —Acusó el castaño arreglando su disfraz de colono. —¡Esta tan gordo como un elefante! —

—Mi hermano esta bien —Bel por lo general tranquilo, no solía meterse en problemas pero esta vez parecía haber llegado a su límite así que se lanzó sobre el otro castaño comenzando una pelea.

Y claro como eran pequeños algunos de ellos comenzaron a llorar otros comenzaron a gritar formándose un gran alboroto en el pequeño salón donde esperaban que las maestras vinieran por ellos para su actuación. Los más grandes también se terminaron metiendo en la pequeña gran pelea de los castaños, hasta que el grito de la maestra Enio.

—¡¿Qué está pasando aquí?! —Preguntó ella separando al pequeño grupo que se peleaba en especial a los castaños.

—Él... él dijo que Orión esta gordo ¡Él no está gordo! —Contestó Belerofonte.

—¡Si lo está! ¡Y tu estas feo! —Enio mantenía una mano en el pecho de cada niño para mantenerlos alejados.

—De acuerdo se calman los dos.

—Yo... ¿De verdad estoy muy gordo? —Orión comenzó a llorar pensando en todo lo mal que estaba ser él y su peso. —Mami —

Enio respiro hondo, comenzó a explicarle a los niños que Orión estaba bien tal como estaba y que Bryce no debió decirle eso ni a Orión ni a Bel, lo mando castigado al rincón para que reflexionara sobre lo que hizo mientras trataba de consolar a los pequeños Jackson que comenzaron un llanto colectivo como de costumbre.

Ella intentaba comprender el comportamiento de Bryce, era un pequeño que estaba acostumbrado a oír cosas como esta en su medio de convivencia era normal, en especial conociendo a su padre quien era quien tenía la tenencia del niño más de una vez habían intentando hablar con él sobre el trato que tenía hacia a otros y las palabras mal sonantes que solía repetir el niño a veces, las que probablemente oía todo el tiempo en su hogar.

Las cuidadoras de todos los pequeños ya habían intentado razonar con este hombre, sin embargo no entendía de razones y el comportamiento de Bryce sólo iba empeorando con cada día que pasaba. Ellas desearían hacer más, pero para los servicios sociales el niño se encontraban bien así que sólo les quedaba trabajar con el niño cuando estaba ahí.

—Ven aquí —Habían tenido que llamar a Sally la madre de Orión para que lo pueda tranquilizar —Ya está mamá te tiene, no pasa nada —

—Yo estoy gordo

—Claro que no, estas en la perfecta medida para querer a mamá —Ella lo tomó entre sus brazos permitiendo que el y todo su aparatoso traje de Pavo se acurrucaran entre sus brazos, porque no había nada mejor que una mami para consolar al pequeño.

—No puedes ir diciendo esas cosas Bryce.

—¿Por qué? —Miro con los ojos llorosos a la maestra —A mi no va a venir una mami a que me consuele si alguien me pega, el debe ver lo feo que es —Comenzó a sollozar, la maestra Silena lo tomó entre brazos y lo dejó sacar todo lo que su pequeño ser llevaba por dentro.

Unos minutos después todos estaban bien, no había más lagrimas por derramar los colonos, los indios, los animales, la comida y demás se presentaron en un gran show que hizo a sus padres reír. Porque ese era su objetivo hacer felices a todas las partes en estos días de unión.

—... y Gracias a mi abuela por venir —Drew terminó su poesía con un agradecimiento a su abuela antes de que los aplausos empezarán a llegar.

La pequeña asiática estaba tan orgullosa de ella, no había sido una poesía perfecta de un montón de letras, o kanjis, o había estado llena de palabras complicadas y rebuscadas, había sido una poesía sencilla para niños que ella misma había elegido leyendo pequeñas partes de las que las maestras presentaron y estaba orgullosa de que su esfuerzo fuera valorado.

—¡Bravo Drew! —Celebró Piper aplaudiendo con muchos ánimos.

—Gracias —Hizo una reverencia.

—Vamos, vamos, hay que cambiarse para la siguiente actuación —La señorita Enio les apresuró.

Annabeth veía ansiosa el escenario, no le gustaban las multitudes a pesar de que su madre le decía que tenía que acostumbrarse después de todo el trabajo que ella quería de grande le hacia tener que hablar con personas.

—Lo harás bien —Percy trato de animarla —Toma si lo tienes en tus manos tendrás menos miedo —La rubia deseaba objetar sobre lo que el decía, pues ningún Delfín de peluche podía quitarte los miedos aún así lo tomó de sus manos.

—Gracias —Sonrió apretando el muñeco entre sus manos, no deseaba que Percy llorará si rechazaba su noble préstamo aunque de alguna forma apretar algo entre sus manos redujo la tensión y el nerviosismo antes de su gran acto.

—Vamos Annabeth —La maestras Silena tomó su mano junto con la de Bianca y Thalia que se presentarían con Annabeth, haciendo un baile mientras cantaban.

—¡Tu puedes Thalia! —Perseo animaba con todo lo que podía a su melliza.

—¡Se la mejor Bianca! —Nico y Hazel la apoyaban. Annabeth deseo tener hermanos que la apoyaran a ella en ese momento como lo tenían sus amigas.

—¡Adelante Annie! —Teseo alzo la voz montado en una silla para poder ser más grande que los demás —Lo harás bien —

La pequeña rubia sonrió porque luego de Teseo se le unieron sus hermanos todos dando palabras torpes de apoyo, así que dio lo mejor de ella cuando estuvo en el escenario dando un buen espectáculo para que su padre y su madre tuvieran muchas razones para aplaudirle.

Cerraron el gran acto con una última actuación en la que estuvieron todos los niños y rieron al final para poder correr a los brazos de sus padres o parientes.

—Espero que mis papás puedan venir al siguiente —Octavian estaba feliz aunque sólo su abuela hubiese venido a su acto —¡Pero estoy feliz de que estés aquí! —Se abrazo a la mujer que acaricio su cabello con todo el cariño del mundo.

Ella haría cualquier cosa con tal de hacer feliz al pequeño, esperaba nunca faltarle y ver el gran hombre en el que se convertiría.

Y así terminó otro día y otra gran aventura con grandes shows de pequeños niños de la Guardería Olympus.

Las Aventuras De La Guardería Olympus [Terminada]Where stories live. Discover now